- El Dr. Eduard Estivill destaca que dormir menos de seis horas afecta la salud física y mental.
- El sueño actúa como un "taller de reparación" esencial para el bienestar diario.
- Las necesidades de sueño varían según la edad y los hábitos, aconsejando rutinas y ambientes adecuados.
- Consejos prácticos de Estivill: regular la temperatura, renovar el colchón y mantener hábitos constantes.
Descansar bien no es solo cuestión de comodidad, sino un requisito imprescindible para mantener la salud física y mental. Así lo explica el doctor Eduard Estivill, una de las voces más reconocidas en el ámbito de la medicina del sueño en España, que desmonta falsos mitos y defiende que el bienestar diario depende en gran medida de dormir el tiempo recomendado según la etapa vital.
Durante los últimos años se han afianzado creencias erróneas sobre el descanso, como la idea de que dormir poco puede hacerte más productivo o incluso más inteligente. Estivill, a través de sus redes sociales y en medios de comunicación, insiste en que dormir menos de seis horas por noche no aporta ventajas, sino que aumenta el riesgo de problemas de salud y repercute en el humor, la memoria y la capacidad de concentración.
El sueño como taller de reparación
El doctor Estivill compara el sueño con un “taller silencioso” en el que el cuerpo se regenera y el cerebro consolida recuerdos, regula emociones y mantiene en forma el sistema inmunitario. Subraya que, durante la noche, se producen funciones biológicas esenciales para que al día siguiente podamos rendir con normalidad tanto a nivel físico como emocional.
Uno de los grupos más vulnerables ante la falta de sueño son los adolescentes y las personas mayores. Mientras los jóvenes necesitan hasta nueve horas de sueño para un desarrollo saludable, los adultos requieren entre siete y media y ocho, y los mayores de 70 años pueden encontrarse bien con solo seis.
Estivill advierte que solo un pequeño porcentaje de la población (alrededor del 3%) puede funcionar correctamente con menos horas de descanso debido a factores genéticos concretos. Para el resto, recortar en horas de sueño trae consigo consecuencias físicas y cognitivas de diversa gravedad.
Riesgos de dormir poco y mitos frecuentes
El impacto de no respetar las horas de sueño va más allá del cansancio matinal. El doctor Estivill explica que la privación de descanso eleva la probabilidad de padecer enfermedades como la hipertensión, la diabetes tipo 2, la obesidad y problemas cardiovasculares. Además, una mala calidad de sueño debilita las defensas del cuerpo, incrementando la vulnerabilidad ante infecciones y enfermedades crónicas.
En el plano psicológico y cognitivo, dormir menos de lo debido se traduce en mayor irritabilidad, dificultad para concentrarse, alteraciones en el estado de ánimo y pérdida temporal de memoria. El especialista aclara que asociar el dormir poco con éxito o fortaleza es un error sin fundamento científico y que frases como “solo los tontos duermen ocho horas” o “los ricos descansan menos” no tienen respaldo en la evidencia médica.
Claves prácticas para dormir mejor según Estivill
El especialista en sueño recuerda que no existen remedios milagrosos, pero sí una serie de hábitos y recomendaciones que ayudan a mejorar la calidad del descanso. Entre sus consejos habituales destaca:
- Mantener horarios regulares, tanto para acostarse como para levantarse, incluso los fines de semana.
- Cuidar el entorno de descanso: la habitación debe estar oscura, tranquila y, si es posible, algo fresca.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y reducir el consumo de cafeína, alcohol y comidas copiosas por la noche.
- Realizar ejercicio físico moderado, pero no justo antes de irse a la cama.
- Encontrar soluciones sencillas para luchar contra las incomodidades nocturnas: en noches de calor, mojarse las muñecas o usar una toalla húmeda en la cabeza ayudan a bajar la temperatura corporal antes de acostarse, mientras que en invierno, calentar los pies con calcetines o botella de agua contribuye a conciliar el sueño más rápido.
Renovar el colchón: un pilar para el descanso
Pasamos alrededor de un tercio de nuestra vida en la cama y, según Estivill, la calidad del colchón es fundamental para asegurar un sueño reparador. Recomienda cambiarlo cada cinco o, como máximo, cada diez años, ya que su deterioro puede favorecer molestias físicas y una peor calidad del descanso. Los colchones de firmeza media suelen ser los más aconsejables, sobre todo si se busca una buena alineación de la columna.
La calidad del sueño está estrechamente relacionada con la elección del colchón, que debe ser adecuado a nuestras necesidades y preferencias para evitar molestias y garantizar un descanso eficaz.
Hacer pequeños cambios en la rutina y en el espacio donde descansamos puede marcar la diferencia entre pasar el día agotados o afrontarlo con energía.