- Valve ha dejado de producir la Steam Deck con pantalla LCD de 256 GB y la retira del catálogo oficial.
- El modelo OLED de 512 GB pasa a ser la opción base, con un precio notablemente más alto.
- En España y otros países europeos la Steam Deck LCD aparece agotada y no se repondrá stock.
- El aumento de costes en memoria y componentes y la preparación de una posible Steam Deck 2 estarían detrás del cambio.
Quien estuviera pensando en aprovechar estas fechas para hacerse con una Steam Deck con pantalla LCD llega algo tarde. Valve ha decidido parar por completo la producción de su modelo más asequible, de modo que la consola portátil con panel LCD queda oficialmente descatalogada y fuera del catálogo una vez se agoten las últimas unidades que quedan en circulación.
En el momento en el que se redacta este texto, la Steam Deck LCD de 256 GB, que era el modelo de entrada con un precio de 419 euros en España, ya no puede comprarse en la tienda oficial en muchos territorios. En varios mercados clave, incluyendo Estados Unidos y buena parte de Europa, el producto figura como agotado y sin previsión de reposición, lo que confirma que su retirada es definitiva.
Valve retira la Steam Deck LCD: aviso claro en la tienda de Steam
Aunque en la tienda española de Steam este aviso no siempre aparece de forma tan visible, el comportamiento es el mismo: la Steam Deck LCD figura como agotada y no hay indicios de que vaya a volver. De esta forma, el único modelo con pantalla LCD que quedaba en el catálogo, el de 256 GB, desaparece tras haber relevado en su día a las variantes de 64 GB y 512 GB, que ya habían sido retiradas después del lanzamiento de la versión OLED.
El movimiento implica que quienes quieran entrar ahora en el ecosistema de la portátil de Valve tendrán que mirar directamente a los modelos con panel OLED. La empresa deja así atrás la configuración que durante años fue la puerta de acceso más barata a Steam Deck y que muchos usuarios veían como el equilibrio más razonable entre precio y prestaciones.
Para quienes aún soñaban con que la Steam Deck LCD pudiera volver a la venta o que esperaban encontrar alguna reposición de cara a Navidad o Reyes, el mensaje es claro: lo que queda en tiendas físicas o en algunos distribuidores es el último stock disponible. Una vez se venda, la opción LCD desaparecerá como alternativa oficial.
Steam Deck OLED pasa a ser el modelo base y sube el precio de entrada
Con el adiós al panel LCD, la Steam Deck OLED de 512 GB se coloca como el nuevo modelo de referencia en el catálogo de Valve. Esta versión, que llegó al mercado en 2023, no solo mejora la pantalla, sino que incorpora más almacenamiento interno y diversos ajustes de diseño y eficiencia.
El cambio, sin embargo, tiene un impacto directo en el precio mínimo que hay que pagar por una Steam Deck. Mientras que la versión LCD de 256 GB se situaba en torno a los 399 dólares o 419 euros, la Steam Deck OLED equivalente parte de aproximadamente 549 dólares o 569 euros en Europa. Se trata de un salto de coste considerable que, para muchos usuarios, se nota más en el bolsillo que en el día a día con la consola.
La diferencia económica se justifica en parte por la transición del panel LCD al OLED y por el aumento de capacidad, que pasa de 256 a 512 GB de almacenamiento. A ello se suman otras mejoras técnicas, como una batería de mayor capacidad que amplía la autonomía entre un 30 % y un 50 % según el tipo de juego, y una carcasa algo más ligera y fresca gracias a una APU de AMD fabricada a 6 nm.
Desde el punto de vista del rendimiento puro en juegos, no se aprecian cambios drásticos entre la Steam Deck LCD y la OLED. Ambas consolas ofrecen prácticamente el mismo desempeño a nivel de fotogramas por segundo, por lo que el principal atractivo del nuevo modelo está en la calidad de imagen, la eficiencia energética y la experiencia de uso más pulida, no tanto en una mejora en potencia bruta.
Con este reajuste de la gama, la Steam Deck deja de tener ese punto de entrada económico que la diferenciaba de buena parte de sus rivales. La consola de Valve sigue siendo competitiva por su ecosistema y su sistema operativo, pero el incremento del precio de acceso se nota en un mercado donde otras propuestas, como las de ASUS o Lenovo, aprietan fuerte con otras portátiles de PC más recientes.
Un contexto de costes al alza y un hardware que ya acusa el paso del tiempo
La decisión de Valve llega en un entorno complicado para la industria del hardware. Varios analistas señalan que el aumento del precio de la RAM y del almacenamiento habría hecho cada vez más difícil mantener una consola portátil en el rango de los 400 euros sin sacrificar márgenes de beneficio. Sostener dos líneas de producción, una para LCD y otra para OLED, podría haber dejado de ser viable.
Sobre la mesa también está el hecho de que la Steam Deck original lleva ya un tiempo en el mercado. Aunque sigue siendo una máquina interesante para jugar y emular, muchos usuarios perciben que el hardware comienza a quedarse atrás respecto a lo que ofrecen otras portátiles de PC más recientes. Sin embargo, el precio oficial no ha reflejado del todo ese envejecimiento, especialmente ahora que el escalón de entrada sube a la versión OLED.
En mercados como el español, la sensación es que la Steam Deck continúa siendo un dispositivo sólido, con un software muy cuidado y una experiencia general muy pulida en SteamOS, pero el coste se percibe cada vez más alto cuando se compara con alternativas que montan chips más potentes. La ASUS ROG Ally, por ejemplo, con el procesador AMD Z1 Extreme, se ha visto a menudo en ofertas entre los 430 y 450 euros, una cifra que la coloca en una posición muy agresiva frente a la propuesta de Valve.
El mercado de las consolas portátiles para juegos de PC ha crecido de forma notable desde que la Steam Deck debutó en 2022. Hoy en día hay más fabricantes involucrados, con dispositivos de Lenovo, ASUS y otros actores que intentan llenar el hueco de gamas y precios que va dejando Valve con sus ajustes de catálogo. Sin embargo, no está claro que alguno de ellos quiera competir exactamente en el segmento de entrada que ocupaba la Steam Deck LCD.
Valve, por su parte, no ha dado una explicación detallada y pública sobre los motivos concretos de esta retirada. Más allá de esa escueta nota en la tienda, la compañía se ha limitado a dejar que el stock se agote de forma gradual. Esto ha alimentado las especulaciones sobre si la decisión responde solo a cuestiones de costes o si forma parte de una estrategia más amplia para simplificar la gama de productos de cara al futuro.
¿Un paso previo a Steam Deck 2 y a otros dispositivos de Valve?
En la comunidad de jugadores se da casi por hecho que Valve acabará lanzando una Steam Deck 2. La empresa ya ha reiterado en más de una ocasión que solo dará ese salto cuando haya un salto de rendimiento claro en la próxima generación de hardware que permita mantener un buen equilibrio entre potencia y consumo. No parece, por tanto, que vaya a seguir la estrategia de otras marcas que renuevan su portátil prácticamente cada año con cambios mínimos.
Eliminar la Steam Deck LCD, con un hardware ya veterano y un margen cada vez más ajustado, puede interpretarse como una forma de limpiar el catálogo y centrar recursos en el modelo OLED y en proyectos futuros. De esta manera, Valve reduce complejidad de fabricación, logística y soporte, mientras evalúa con calma cuándo es el momento idóneo para presentar una verdadera sucesora.
También se ha apuntado a que el encarecimiento de la memoria DRAM y del almacenamiento podría dejar a la LCD en una posición complicada: mantener ese modelo a la venta, con sus precios actuales, no resultaría tan rentable como concentrar la producción en la variante OLED, que se vende a un precio más alto y, por tanto, ofrece más margen incluso en un contexto de costes crecientes.
Más allá de la propia Steam Deck, hay que tener en cuenta que Valve tiene otros proyectos de hardware sobre la mesa. Se ha hablado de dispositivos como Steam Machine o Steam Frame, que la compañía tendría en preparación para los próximos meses. Si finalmente se materializan, necesitarán también su parte de recursos, tanto en fabricación como en soporte y promoción.
Queda por ver hasta qué punto este panorama afectará a la gama de productos de Valve en su conjunto. De momento, lo que sí es evidente es que la empresa ha optado por priorizar los modelos OLED como cara visible de su apuesta por el juego portátil en PC, dejando atrás la que fue su primera generación con pantalla LCD.
La retirada de la Steam Deck con panel LCD marca un cambio importante en la estrategia de Valve: la compañía cierra la puerta a su modelo más barato, eleva el umbral de entrada a la gama OLED y se posiciona en un segmento algo más premium, todo ello en un contexto de costes de componentes al alza y competencia cada vez más fuerte en el terreno de las consolas portátiles de PC. Quien quiera entrar ahora en el ecosistema Steam Deck tendrá que hacerlo con un desembolso mayor, a cambio de mejores prestaciones en pantalla, autonomía y acabado general, mientras el mercado espera el siguiente movimiento de Valve en forma de nueva generación o de nuevos dispositivos.