- Evaluadores internos alertan sobre el rendimiento y la fiabilidad del nuevo Siri en compilaciones de iOS 26.4.
- Apple prueba dos enfoques: modelos en el dispositivo frente a Google Gemini en nube privada.
- El gran salto de Siri se retrasó por calidad; se prometen contexto personal, conocimiento de pantalla y acciones en apps.
- Riesgo de nuevas salidas en el equipo de IA si el estreno no cumple expectativas, según Bloomberg.
Faltando todavía varios meses para que iOS 26.4 llegue a los usuarios, dentro de Apple han empezado a aflorar dudas sobre la nueva etapa de su asistente. Empleados que están probando versiones tempranas comentan que el desempeño de Siri está por debajo de lo esperado, algo que, por lo que trasciende, genera inquietud por la calidad del lanzamiento.
Las informaciones encajan con lo adelantado por Mark Gurman en su boletín Power On de Bloomberg: hay preocupaciones internas por Siri en iOS 26.4, si bien el calendario todavía deja margen para cambios. En un mercado donde competidores como Google u OpenAI marcan el ritmo, Apple trata de ajustar su apuesta para no quedarse descolgada.
Qué dicen las pruebas internas
Quienes tienen acceso a las compilaciones de iOS 26.4 hablan de respuestas irregulares, latencias y dudas de fiabilidad en tareas encadenadas. No hay un listado público de fallos, pero el tono que se transmite es de prudencia: la curva de mejora debe ser pronunciada para llegar a tiempo.
El propio Gurman apunta a un posible efecto dominó si el estreno no convence: podrían darse salidas adicionales de perfiles senior del área de IA. Esa presión organizativa se suma al reto técnico y a la necesidad de fijar una arquitectura estable para el asistente.
Lo prometido y los motivos del retraso
Apple anunció que el nuevo Siri daría un salto en tres frentes: contexto personal para entender mejor al usuario, conocimiento de la pantalla para interpretar lo que ocurre en el dispositivo y acciones dentro de apps para completar tareas de principio a fin.
Sin embargo, ese gran bloque no llegó durante el ciclo de iOS 18. La compañía priorizó estándares de calidad y optó por posponer aproximadamente un año la renovación profunda de Siri. En paralelo, se han ido lanzando piezas como Genmoji, herramientas de edición en Fotos y una puerta de acceso a ChatGPT desde el propio asistente, mientras la reescritura de fondo seguía su curso.
Dos vías técnicas en competencia: local vs nube privada
Fuentes cercanas describen un “bake‑off” interno con dos aproximaciones: una que apuesta por modelos en el propio dispositivo —alineada con la filosofía de privacidad de Apple— y otra que apalanca Google Gemini a través de Private Cloud Compute para determinados casos.
La decisión final pasa por equilibrar privacidad, coste y rendimiento. Los indicios de las primeras pruebas sugieren que los modelos locales todavía no igualan a los modelos generativos de gran tamaño de la competencia, lo que reabre el debate sobre hasta qué punto podría haber una dependencia parcial de Gemini en el arranque.
Impacto en el equipo y lo que queda por pulir
Más allá del código, el desempeño del lanzamiento influirá en la retención de talento y en la moral del equipo de IA. En los últimos meses ha habido movimientos internos y salidas relevantes, y un estreno tibio podría acelerar esa dinámica en un momento delicado.
En el plano técnico, el foco inmediato está en reducir latencias, afinar la comprensión del lenguaje natural, mejorar la coherencia en tareas de varios pasos y decidir, con buen criterio, cuándo ejecutar en local y cuándo escalar a la nube privada. La meta es que el usuario note un asistente menos rígido y más resolutivo, sin comprometer la privacidad que Apple considera innegociable.
Con todo lo anterior sobre la mesa, el proyecto encara semanas decisivas: hay señales internas que piden apretar, un calendario que permite iterar y varias vías técnicas abiertas. Si los próximos sprints consolidan avances palpables, Siri en iOS 26.4 podría llegar a la cita con un salto real en utilidad práctica; si no, el relato de los retrasos ganará peso y el ecosistema de Apple tendrá que apoyarse más tiempo en soluciones intermedias.