Root en Android: Guía para obtener permisos root

Última actualización: agosto 30, 2024

Un teléfono Android es como un coche de serie: viene con ciertas limitaciones de fábrica que, si bien garantizan un funcionamiento seguro y estable, también pueden frenar a los usuarios más aventureros. Aquí es donde entra en juego el root, una técnica que te permite tomar el volante y llevar tu dispositivo más allá de sus límites predeterminados.

El proceso de rooteo, aunque suene técnico, no es más que obtener acceso de superusuario en tu Android. Imagina que tu móvil es una casa: normalmente, tienes las llaves de las habitaciones principales, pero hay ciertos cuartos a los que no puedes acceder. El root te da la llave maestra para abrir todas las puertas.

Pero ojo, este poder conlleva una gran responsabilidad. Al rootear tu dispositivo, estás eliminando las barreras de seguridad que Google y los fabricantes han puesto para protegerte. Es como quitarle los airbags a tu coche: ganas en potencia, pero aumentas los riesgos.

¿Por qué rootear tu Android?

Antes de lanzarte a la aventura del root, es fundamental que entiendas sus motivaciones y consecuencias. No es un proceso para todos, pero para algunos usuarios puede ser una experiencia transformadora.

Con el root, podrás:

  • Personalizar a fondo tu sistema operativo, cambiando incluso elementos que normalmente están bloqueados.
  • Eliminar aplicaciones preinstaladas que vienen de fábrica y que no puedes desinstalar de forma convencional.
  • Mejorar el rendimiento de tu dispositivo mediante overclocking o ajustes avanzados.
  • Instalar aplicaciones especiales que requieren acceso root para funcionar plenamente.
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Preparativos esenciales antes del root

Antes de sumergirte en el proceso, hay que hacer los deberes. Piensa en ello como preparar tu mochila antes de una excursión a la montaña.

Respalda todos tus datos. Es crucial. El proceso de rooteo puede salir mal y podrías perder información valiosa. Asegúrate de tener una copia de seguridad completa de tus contactos, fotos, mensajes y archivos importantes.

Investiga tu modelo específico. Cada teléfono Android es un mundo, y los métodos de root varían. Lo que funciona para un Samsung Galaxy S21 puede no servir para un Xiaomi Redmi Note 10. Busca guías específicas para tu modelo y versión de Android.

Carga completamente la batería de tu dispositivo. Un rooteo interrumpido por falta de energía puede ser desastroso. También es recomendable tener el cargador a mano durante todo el proceso.

Herramientas necesarias para el rooteo

Para embarcarte en esta aventura, necesitarás un arsenal de herramientas digitales. Aquí tienes las más importantes:

ADB y Fastboot: Son herramientas de línea de comandos que te permiten comunicarte con tu dispositivo Android desde un ordenador. Son esenciales para muchos métodos de root.

Custom Recovery: Es una alternativa al recovery de fábrica que te permite realizar operaciones avanzadas, como flashear ROMs personalizadas o hacer backups del sistema.

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Magisk: Es la herramienta de root más popular actualmente. Ofrece un método de root sistemless, lo que significa que no modifica la partición del sistema, haciendo el proceso más seguro y reversible.

Pasos para rootear tu Android

Ahora sí, vamos al meollo del asunto. Recuerda que estos son pasos generales y pueden variar según tu dispositivo.

1. Desbloquea el bootloader: Este es el primer paso y suele ser el más complicado. Cada fabricante tiene su propio método, así que investiga bien cómo hacerlo en tu modelo específico.

2. Instala un custom recovery: TWRP es la opción más popular. Tendrás que descargar la imagen correcta para tu dispositivo y flashearla usando fastboot.

3. Descarga Magisk: Obtén el último APK de Magisk desde el repositorio oficial de GitHub.

4. Flashea Magisk: Desde el custom recovery, selecciona la opción de instalar y elige el archivo APK de Magisk que has descargado.

5. Reinicia y verifica: Una vez completado el proceso, reinicia tu dispositivo y comprueba si el root se ha realizado correctamente instalando alguna app que requiera permisos de root.

Riesgos y precauciones

El rooteo no es un camino de rosas. Conlleva riesgos que debes tener muy presentes:

Pérdida de garantía: La mayoría de los fabricantes consideran el root como una violación de la garantía. Piénsalo dos veces si tu dispositivo aún está en periodo de garantía.

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Problemas de seguridad: Al tener acceso root, las aplicaciones pueden potencialmente acceder a áreas sensibles del sistema. Sé extremadamente cuidadoso con lo que instalas.

Inestabilidad del sistema: Algunas aplicaciones pueden dejar de funcionar, y podrías experimentar cierres inesperados o problemas de rendimiento.

Brick del dispositivo: En el peor de los casos, podrías dejar tu teléfono inutilizable si algo sale mal durante el proceso.

Mantenimiento post-root

Una vez que has rooteado tu dispositivo, el trabajo no termina ahí. Es como tener un coche modificado: requiere más atención y cuidados.

Actualizaciones del sistema: Las actualizaciones OTA (over-the-air) probablemente ya no funcionarán. Tendrás que actualizar manualmente o usar métodos específicos para dispositivos rooteados.

Seguridad: Sé más vigilante con las aplicaciones que instalas. Usa herramientas como SuperSU o las propias opciones de Magisk para gestionar los permisos root.

Backups regulares: Ahora que tienes el control total, es más fácil meter la pata. Haz copias de seguridad frecuentes de tu sistema y datos.

El root en Android es una herramienta poderosa que puede transformar tu experiencia móvil. Con el conocimiento adecuado y las precauciones necesarias, puedes desbloquear el verdadero potencial de tu dispositivo. Recuerda siempre que con gran poder viene gran responsabilidad. ¿Estás listo para dar el salto?