- La actualización Windows 11 25H2 centrará sus esfuerzos en mejorar el rendimiento y la experiencia general de los usuarios, especialmente en equipos con hardware menos potente.
- Microsoft implementará un sistema de certificación de drivers más estricto, con análisis de código obligatorio y requisitos de compatibilidad reforzados para evitar problemas comunes de estabilidad.
- Habrá nuevas funciones para la gestión energética y recuperación del sistema, con el objetivo de reducir el consumo, alargar la batería de los portátiles y minimizar reinicios y cuelgues del sistema.
- La actualización se apoyará en la recopilación automática de registros de rendimiento para identificar y solucionar problemas de forma más rápida y proactiva.
Tras varias actualizaciones y críticas recibidas por la lentitud de Windows 11 respecto a Windows 10, Microsoft ha anunciado una apuesta importante por mejorar el rendimiento y la fiabilidad en la próxima versión 25H2. Esta actualización, que llegará al final de 2025, busca acabar con los problemas que han generado malestar entre los usuarios y que incluso ralentizaron la adopción del sistema operativo en sus primeros años.
Desde su llegada, muchos han notado que Windows 11 exige más recursos que su predecesor, mostrando dificultades en equipos con poca memoria RAM o hardware más antiguo. A pesar de los continuos parches y colaboraciones con fabricantes de procesadores, la experiencia seguía sin igualar la fluidez de Windows 10, especialmente en ordenadores modestos.
Un compromiso real de Microsoft con el rendimiento
Con la actualización 25H2, Microsoft ha decidido poner el foco en solucionar los problemas de rendimiento detectados. Para ello, está involucrando a la comunidad Insider, animando a los usuarios a compartir sus experiencias y autorizando la recopilación automática de registros en caso de lentitud. Esta telemetría avanzada permitirá a los ingenieros identificar y abordar más rápido los cuellos de botella.
Además, la compañía introducirá mejoras en áreas clave como la barra de tareas, el panel de configuración y el Explorador de archivos, haciendo que la navegación diaria sea mucho más ágil. Por ejemplo, ahora la pestaña de inicio del explorador cargará en unos pocos segundos, mejorando la reacción del sistema en tareas cotidianas.
Requisitos más estrictos para los drivers y mayor fiabilidad
Uno de los aspectos responsables de buena parte de los fallos y bloqueos en Windows 11 ha sido la compatibilidad con determinados controladores. Para atajar estos problemas, Microsoft obligará a que todos los drivers pasen un análisis de código estático antes de ser certificados. Herramientas de análisis como CodeQL serán obligatorias para quienes desarrollen drivers que quieran ser compatibles con Windows 11 25H2.
Esta política afectará especialmente a hardware antiguo o sin soporte activo, ya que los dispositivos con drivers no actualizados podrían dejar de funcionar correctamente. El objetivo es reducir los errores por fallos en los controladores y minimizar la aparición de pantallazos azules y cuelgues injustificados, mejorando así la estabilidad general del sistema.
Gestión energética avanzada y respuesta a errores más rápida
La actualización no solo traerá cambios en la compatibilidad, sino también en la eficiencia energética y la recuperación ante problemas. Windows 11 25H2 introducirá una gestión de energía que reduce el uso del procesador cuando el equipo está inactivo, lo que se traducirá en un menor consumo de batería para portátiles y un sistema más silencioso.
Otra función destacada será la recuperación rápida del sistema tras errores graves. Si se produce un fallo de kernel, el sistema podrá restaurar el estado anterior sin obligar a reiniciar completamente el PC. Además, se ampliará la capacidad para analizar automáticamente logs y registros cuando se detecten problemas de rendimiento, haciendo que la solución de errores sea más ágil y menos dependiente de la intervención manual del usuario.
En definitiva, Microsoft continúa trabajando para ofrecer una experiencia más estable y eficiente, abordando los principales problemas que han afectado a Windows 11 desde su lanzamiento y buscando igualar o superar en rendimiento a Windows 10 incluso en hardware más limitado.