Un nuevo orgánulo en las células reescribe el mapa del metabolismo celular

Última actualización: julio 29, 2025
  • Se identifica un nuevo orgánulo en las células llamado hemifusoma, clave en la gestión y reciclaje interno celular.
  • Los nuevos mapas celulares muestran conexiones entre orgánulos para procesar glucosa, vital para enfermedades metabólicas.
  • Avances tecnológicos como inteligencia artificial y microscopía han permitido observar cómo la célula almacena y utiliza la energía de formas antes desconocidas.
  • Comprender estos mecanismos abre la puerta a tratamientos innovadores para patologías como el Alzheimer y la diabetes.

Nuevo orgánulo en células

En los últimos años, la biología celular está viviendo una auténtica revolución gracias a nuevas tecnologías y métodos de observación que permiten descubrir aspectos insospechados sobre cómo funcionan nuestras células por dentro. Uno de los hallazgos más recientes y que más impacto ha generado es la identificación de un orgánulo completamente nuevo dentro de las células humanas, que desafía nuestra visión clásica de la organización celular y la gestión de la energía.

Este nuevo orgánulo, nombrado hemifusoma por el equipo de la Universidad de Virginia junto a los Institutos Nacionales de Salud (NIH), destaca por su papel en la clasificación, reciclaje y eliminación de materiales intracelulares. Este descubrimiento no solo amplía el catálogo de componentes celulares, sino que abre rutas inéditas para comprender cómo se desarrollan ciertas enfermedades genéticas y neurodegenerativas.

Qué es un hemifusoma y por qué es relevante

El hemifusoma es una estructura diminuta envuelta por membrana, cuya función principal es ayudar a que la célula gestione efectivamente los materiales que entran y salen de su interior. Según la investigadora Seham Ebrahim, es comparable a un centro de reciclaje interno, gestionando cómo la célula empaqueta y procesa distintas sustancias. Cuando algo falla en este proceso, pueden desencadenarse problemas que afectan la salud de múltiples órganos.

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Este hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, y el equipo responsable considera que todavía queda mucho por descubrir sobre cómo se comportan los hemifusomas en células sanas y, sobre todo, qué ocurre cuando sus mecanismos fallan en enfermedades genéticas complejas.

Los científicos creen que conocer el funcionamiento de este orgánulo permitirá entender mejor trastornos como el Alzheimer, ya que este tipo de enfermedades suelen estar relacionadas con acumulaciones anómalas y defectos en el reciclaje celular.

Descubrimiento orgánulo células

Un nuevo mapa de energía intracelular

Al margen del hallazgo del hemifusoma, los investigadores han trazado recientemente un mapa tan detallado como nunca antes del recorrido de la glucosa —el azúcar fundamental para el metabolismo— dentro de las células. Utilizando una combinación de inteligencia artificial, microscopía avanzada y técnicas de marcaje isotópico, han logrado observar cómo la glucosa se transforma y se distribuye por los distintos orgánulos del interior celular.

La clave de este avance radica en que, hasta la fecha, la observación del metabolismo celular se realizaba de forma global, a través de tejidos enteros, sin poder identificar qué sucedía en cada célula o en compartimentos específicos. Ahora, con el nuevo enfoque, los expertos han conseguido visualizar de manera precisa contactos dinámicos entre mitocondrias, gotas de grasa y el retículo endoplasmático, las verdaderas centrales energéticas y de procesamiento de la célula.

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Lo que más sorprende es que los datos obtenidos rompen con la idea tradicional de compartimentos separados para grasas y azúcares. Las gotas de grasa no solo sirven para almacenar lípidos, sino que también actúan como plataformas para iniciar la síntesis de glucógeno, cambiando así la manera en la que se entiende el almacenamiento y la gestión de la energía en el hígado.

Implicaciones para enfermedades y futuras investigaciones

Estos descubrimientos tienen profundas implicaciones en la medicina, especialmente en el tratamiento y comprensión de enfermedades metabólicas como la diabetes o neurodegenerativas como el Alzheimer. Saber dónde y cuándo se forman los depósitos de glucógeno y cómo cambian las redes internas de orgánulos según las necesidades energéticas del cuerpo puede ayudar a diseñar terapias más precisas.

El avance ha sido posible gracias a la microscopía de masas por imagen acoplada a microscopía electrónica (MIMS-EM), capaz de detectar la presencia de isótopos estables en los componentes internos celulares a un nivel extremadamente detallado. Además, la inteligencia artificial ha jugado un papel fundamental al clasificar miles de orgánulos según su morfología y composición, algo imposible de hacer manualmente.

Los autores del estudio advierten que, aunque estas técnicas son actualmente costosas y complejas, marcan el inicio de un cambio de paradigma que permitirá explorar otras rutas metabólicas y entender mejor las bases celulares de muchas enfermedades.

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De ratones a humanos: un modelo celular conservado

Si bien la investigación se ha centrado en el hígado de ratones, los científicos han encontrado estructuras equivalentes en células humanas y en otros organismos como el nematodo C. elegans, lo que indica que la organización descubierta es común a nivel evolutivo. Esto refuerza la idea de que el nuevo orgánulo y los patrones de conexión observados tienen una relevancia universal y podrían estar presentes en la mayoría de los seres vivos.

El siguiente reto será analizar cómo se modifican estas redes celulares en distintos estados fisiológicos y patológicos, y si es viable intervenir en ellas para restaurar un metabolismo sano. La posibilidad de observar en tiempo real cómo fluye la energía por las células promete revoluciones biomédicas todavía mayores en el futuro.

La descripción de un nuevo orgánulo y la reconstrucción, al detalle, del paisaje energético intracelular, no solo enriquecen nuestro conocimiento de biología fundamental. También suponen nuevas oportunidades para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades cuya raíz está en la alteración de la organización celular interna. El trabajo conjunto de universidades y centros de investigación de referencia como la Universidad de Virginia, Vanderbilt y el NIH ha marcado un antes y un después en la carrera por entender el funcionamiento de la vida a nivel microscópico.