- The Drifter es una aventura gráfica 2D con mecánicas de muerte y bucle temporal, desarrollada por Powerhoof.
- Su trama mezcla thriller pulp, ciencia ficción y suspense, con un protagonista marcado por su propia muerte y resurrección.
- Destacan el atractivo pixel art, la ambientación australiana y las actuaciones de voz en un relato en constante giro argumental.
- Disponible en Windows, macOS y Linux, con versión para Nintendo Switch en desarrollo y un sistema de pistas integrado.
The Drifter se posiciona como uno de los títulos más interesantes dentro del género de la aventura gráfica clásica 2D, revitalizando la fórmula del point & click al incorporar elementos de thriller pulp, ciencia ficción y una mecánica de muerte narrativa poco vista en el panorama actual. Tras una larga espera desde su primera demo en 2019, la obra de Powerhoof finalmente llega a Windows, macOS y Linux, y ya prepara su desembarco en la Nintendo Switch para los próximos meses.
La propuesta de Powerhoof se caracteriza por un enfoque fresco y original en la narrativa interactiva. El jugador asume el papel de Mick Carter, un nómada marcado por una tragedia personal, que regresa a su ciudad natal para el funeral de su madre. Pronto, Mick se ve envuelto en una conspiración de asesinatos y experimenta en primera persona el fenómeno de morir y regresar constantemente a la vida, lo que articula tanto el hilo argumental como el desarrollo de los puzles.
Un thriller pulp con sello australiano
Una de las particularidades más llamativas de The Drifter es su ambientación y voces con marcado acento australiano, aportando una atmósfera diferente respecto a otras aventuras del género. El relato sigue a Mick, quien tras haber tocado fondo, es arrastrado hacia una espiral de suspense, conspiraciones, experimentos pseudocientíficos y elementos sobrenaturales. La muerte no es aquí un simple fallo del jugador sino una herramienta narrativa y jugable: cada vez que Mick muere, revive unos minutos antes, pudiendo aplicar lo aprendido y alterar el curso de los acontecimientos.
Esta dinámica de bucle temporal añade una tensión constante, haciendo que las decisiones y la exploración tengan un valor renovado. El sistema de pistas sin spoilers ayuda a que el avance nunca sea frustrante, permitiendo disfrutar tanto de la historia como de los puzles que, en su mayoría, se integran de forma coherente con la trama.
Mecánicas clásicas y narrativa moderna
Lejos de limitarse a una aventura de puzles sin lógica aparente, The Drifter evita las situaciones absurdas típicas de la «moon logic». Los desafíos propuestos están basados en la deducción y la experimentación, y se apoyan en la interacción con un inventario y el entorno para avanzar. Además, el guion recurre a los tropos del pulp —giros inesperados, conspiraciones científicas y personajes de dudosa moralidad—, manteniendo siempre un punto de humor sarcástico y un ritmo ágil.
El propio protagonista ejerce como narrador con voz propia, ofreciendo comentarios incisivos y ayudando al jugador a sumergirse en la mentalidad de Mick. Las relaciones familiares, sus problemas personales y el contacto con otros personajes del entorno urbano añaden profundidad al relato, más allá de la mera sucesión de retos lógicos.
Arte visual y ambientación de alto nivel
Uno de los aspectos más destacados es el pixel art elaborado por Barney Cummings, que aporta a cada escena una expresividad y luminosidad muy particular. A pesar de contar con menos escenarios de los habituales, la riqueza visual y la calidad de las animaciones logran crear la sensación de estar ante cuadros dinámicos en constante movimiento. Este esfuerzo artesanal también explica una cierta sobriedad en la extensión de escenarios, pero lejos de ser un handicap, potencia la sensación de que todo forma parte de un tablero narrativo denso y bien estructurado.
El apartado sonoro, con doblaje excelente y música cinematográfica, refuerza la inmersión en un universo a medio camino entre la novela negra australiana y el thriller detectivesco futurista. Los responsables de las voces logran dotar a cada personaje de personalidad propia, incluso en aquellos casos donde un mismo actor asume varios papeles relevantes.
Jugabilidad, duración y acceso
En cuanto a la experiencia de juego, The Drifter ofrece unas 7-9 horas de aventura intensa, estructurada en capítulos que facilitan el avance y evitan la dispersión típica de otras aventuras gráficas. El sistema de control es accesible, compatible con mando y teclado, y la integración de ayudas opcionales permite disfrutar tanto a veteranos como a recién llegados al género.
Actualmente, está disponible en Steam y GOG.com con un precio de salida competitivo y un interesante pack junto a la banda sonora. La versión para Nintendo Switch se encuentra en desarrollo, ampliando así el acceso a diferentes plataformas. Aunque el juego no cuenta con traducción al español, resulta accesible para quienes dominen el inglés.
Este título deja huella gracias a su guion repleto de sorpresas y a la valiente implementación de la muerte y los viajes en el tiempo como elementos centrales de la jugabilidad. Powerhoof logra ofrecer una propuesta sólida y altamente recomendable dentro del panorama actual en aventuras gráficas.