Una liga de fútbol fantasy puede convertirse en una verdadera pesadilla cuando las cosas no salen como esperabas. Ya sea por falta de tiempo, desmotivación o simplemente porque tu equipo está en caída libre, a veces la mejor opción es abandonar la competición. Pero ojo, salir de una liga fantasy no es tan sencillo como dejar de hacer tus alineaciones. Hay toda una etiqueta no escrita que conviene seguir para no dejar tirados a tus compañeros.
En este artículo te contamos cómo salir de una liga de fútbol fantasy de forma elegante, sin crear malos rollos y dejando la puerta abierta a futuras participaciones. Porque nunca se sabe cuándo te volverá a picar el gusanillo de ser manager virtual.
Comunica tu decisión con antelación
Lo primero y más importante es avisar con tiempo de que vas a dejar la liga. Nada de desaparecer sin decir ni mu o anunciar tu marcha justo antes de una jornada clave. Lo ideal es comunicarlo con al menos una o dos semanas de antelación.
Explica tus motivos de forma sincera pero sin entrar en detalles personales si no quieres. Un simple «chicos, no puedo seguir en la liga por falta de tiempo» o «me está costando mantener la motivación esta temporada» es suficiente. Tus compañeros lo entenderán.
Deja tu equipo en orden
Antes de irte, asegúrate de dejar tu plantilla lo mejor posible. Haz los cambios pendientes, actualiza lesionados y alinea a tus jugadores para las próximas jornadas. Así facilitarás la labor a quien se haga cargo de tu equipo.
También es un buen gesto ofrecer consejos sobre tu plantilla al comisario de la liga o a quien vaya a gestionar tu equipo en adelante. Comenta qué jugadores crees que tienen potencial, cuáles te han decepcionado, etc. Tu experiencia puede ser muy útil.
Liquida tus deudas
Si la liga tiene cuota de inscripción o apuestas pendientes, asegúrate de saldar todas tus deudas antes de irte. No dejes a tus compañeros con el marrón de perseguirte para que pagues. Liquida todo lo que debas y márchate con la conciencia tranquila.
Ofrécete a ayudar en la transición
Propón al comisario echar una mano para que tu marcha afecte lo menos posible a la dinámica de la liga. Puedes ofrecerte a buscar un sustituto entre tus contactos o a gestionar tu equipo unas jornadas más hasta que encuentren reemplazo.
Incluso si no pueden sustituirte, comprométete a hacer alineaciones básicas durante un tiempo para que tu equipo no quede abandonado. Unos minutos a la semana no te costarán nada y tus compañeros lo agradecerán.
Despídete con deportividad
Llega el momento de decir adiós. Hazlo con clase y agradece a tus compañeros los buenos momentos vividos en la liga. Un mensaje en el grupo deseando suerte al resto de managers es un bonito detalle final.
Evita los dramas o reproches aunque te vayas frustrado. Recuerda que es solo un juego y que probablemente volverás a cruzarte con esos amigos en el futuro. Mejor llevarse un buen recuerdo.
Mantén la puerta abierta
Aunque ahora no puedas o quieras seguir, deja claro que estás abierto a volver en el futuro. Quizás la próxima temporada tengas más tiempo o ganas de retomar la competición.
Propón a tus compañeros quedar de vez en cuando para tomar algo y poneros al día sobre la liga. Así mantendrás el contacto y será más fácil reengancharte si decides volver.
Reflexiona sobre los motivos que te han llevado a dejar la liga. ¿Ha sido por falta de tiempo? ¿Por un exceso de competitividad? ¿Por no haber elegido bien a tus jugadores? Analiza qué ha fallado para no repetir errores en el futuro.
Quizás la próxima vez debas buscar una liga más casual o reservar huecos fijos en tu agenda para gestionar tu equipo. O tal vez necesites mejorar tus conocimientos sobre fútbol y estadísticas para ser más competitivo.
Sea cual sea la razón, tómalo como un aprendizaje. Las ligas fantasy son adictivas y seguramente volverás a probar suerte en algún momento. Cuando lo hagas, esta experiencia te servirá para disfrutar mucho más.
Recuerda que lo importante es pasarlo bien y fortalecer lazos con tus amigos. Si en algún momento la liga deja de aportarte eso, no te sientas mal por dar un paso atrás. Siempre puedes volver con más ganas en el futuro.