Profesores de autoescuela: escasez, formación y retos actuales

Última actualización: agosto 19, 2025
  • Faltan profesores de autoescuela en España y el sector afronta retrasos en exámenes.
  • Dos vías de acceso a la profesión: Certificado DGT o FP de Movilidad Segura y Sostenible.
  • Sueldo base de 1.110,05 € con complementos por antigüedad y transporte.
  • Consejos y debate regulatorio: trucos virales, límites legales y nuevos modelos de formación en estudio.

Profesor de autoescuela en clase práctica

Los profesores de autoescuela son piezas clave en la construcción de una movilidad más segura: no solo preparan para aprobar exámenes, sino que también moldean hábitos responsables y ayudan a reducir riesgos en carretera mediante una enseñanza que combina teoría, práctica y criterio.

En un contexto de escasez de profesionales, envejecimiento del colectivo y actualización constante de normativas y tecnología, su papel gana peso. Cada vez tienen una mayor presencia en redes sociales, donde comparten consejos útiles, advertencias y criterios técnicos. Esto influye tanto en aspirantes como en conductores veteranos.

Un trabajo clave que escasea

El sector arrastra un déficit notable: según el gremio, hay más de 3.000 vacantes sin cubrir en España. Esta falta de instructores repercute en la capacidad de las autoescuelas y alarga los plazos para presentarse a los exámenes prácticos, generando tapones que desesperan a alumnos y familias.

Las condiciones laborales resultan atractivas para quienes consideran esta profesión: el salario base ronda los 1.110,05 € al mes (unos 16.650 € anuales), a lo que se suman complementos. Destacan el plus de antigüedad, que aumenta cada tres años (34,43 € mensuales por trienio), y el plus de transporte, de 38,49 € al mes si el docente utiliza su propio vehículo para desplazarse. En función de la zona, la demanda y la experiencia, el salario final puede mejorar con otros pluses.

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Instructor de autoescuela y alumnado

Cómo convertirse en profesor de autoescuela

Existen dos vías de acceso a la profesión. Por un lado, el Certificado de Aptitud de Profesor de Formación Vial otorgado por la DGT; por otro, el título de Técnico Superior en Formación para la Movilidad Segura y Sostenible. Ambas opciones habilitan para impartir clases y acompañar a los aspirantes en su preparación.

Los requisitos mínimos son similares: ESO o FP de Grado Medio, permiso de conducir B con al menos dos años de antigüedad y superar un reconocimiento médico que acredite la aptitud psicofísica. En un entorno con nuevas metodologías y herramientas digitales, la actualización continua de contenidos es fundamental.

Exámenes y calendario: lo que recomiendan los instructores

Uno de los aspectos más delicados es el calendario. Los profesionales apuntan que, aunque en verano muchos alumnos disponen de más tiempo, la realización de exámenes suele disminuir y se acumulan en ciertos períodos. Lo mismo ocurre en Navidad, cuando coinciden vacaciones y exámenes académicos, dificultando la organización de fechas con la administración.

El instructor Víctor Vial señala que en algunas zonas las plazas para exámenes tardan tres meses o más en concederse, por lo que recomienda planificar la prueba en meses más tranquilos, cuando la demanda es menor. Además, algunas autoescuelas establecen mínimos de prácticas semanales para acceder a la primera cita, un requisito que puede afectar el presupuesto de los alumnos.

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Clases de conducir y exámenes

Consejos virales: trucos útiles y límites legales

La experiencia de los docentes también se comparte en redes sociales a través de pautas prácticas. Un instructor ha mostrado una técnica sencilla para estacionar motocicletas en superficies con ligera pendiente y evitar que rueden, mediante pequeños gestos al situar la rueda y la inclinación del caballete, que marcan la diferencia en la estabilidad.

Otro tema recurrente es la conducción con un vehículo pegado por detrás. Aunque circulan “trucos” para alertar al conductor de atrás, como accionar el limpiaparabrisas para salpicar, los profesionales recuerdan que estas maniobras pueden constituir infracciones graves (sancionadas con 200 €) si generan molestias o riesgos. Además, frenazos bruscos o provocar que salpique suciedad son conductas peligrosas y sancionables que jamás se deben emplear.

En el contenido teórico, perfiles especializados en autoescuela explican señales en la vía que generan muchos fallos en test. Por ejemplo: el pictograma con coche y moto indica “prohibida la entrada a todo vehículo a motor”, no solo a los que aparecen en la señal. La señal con solo un coche transmite la misma prohibición, salvo que se permiten las motocicletas.

Asimismo, se han popularizado algunos casos particulares. El instructor Edén Diez resaltó en un vídeo un ‘stop’ de baja visibilidad en Elche, conocido como el “Stop de la Muerte”. Tras su denuncia, el ayuntamiento instaló rápidamente un espejo. Consejos como comprobar ambos sentidos, ceder al vehículo que llega por la derecha en el otro ‘stop’ y incorporarse lentamente cuando no hay circulación ayudan a reducir accidentes en cruces complicados.

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¿Cambios a la vista? El debate sobre el modelo de enseñanza

La administración evalúa opciones para agilizar el proceso y reducir costos. Algunas propuestas incluyen la conducción acompañada con tutores no profesionales y la incorporación de formación online, modelos que ya existen en países como Francia, Italia o Portugal. Sin embargo, el sector teme que estas medidas perjudiquen a las autoescuelas si no se calibran adecuadamente.

Entre las ideas en discusión figura asignar las citas de examen directamente a los alumnos en lugar de a los centros y simplificar requisitos para docentes y responsables. El Ministerio del Interior y la DGT están valorando estas opciones para tomar decisiones acertadas. A corto plazo, el objetivo principal es aliviar el atasco en las pruebas, y a medio plazo, garantizar una formación de calidad en seguridad vial.

Con vacantes por cubrir, rutas formativas claras, un calendario que requiere estrategia y un debate regulatorio activo, el papel del profesor de autoescuela se reafirma como fundamental: es el educador en la conducción segura, el guía en los trámites y la voz autorizada en el uso responsable de la vía pública.

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