- El clásico 'Porco Rosso' de Studio Ghibli vuelve a los cines españoles el 18 de julio.
- La película destaca por su trasfondo político y su mensaje antifascista, además de su amor por la aviación.
- Marco Pagot, el protagonista, es un piloto convertido en cerdo que simboliza la deserción y el rechazo a la guerra.
- La cinta mantiene su relevancia y ha sido aclamada por la crítica desde su estreno original.
Porco Rosso, uno de los títulos más recordados de Hayao Miyazaki y Studio Ghibli, regresa a las salas de cine españolas por tiempo limitado este 18 de julio. El reestreno, impulsado por Vértigo Films, supone una oportunidad única para disfrutar en pantalla grande de una obra cuya vigencia política y social sigue siendo sorprendente más de tres décadas después de su lanzamiento original en Japón.
La película, ambientada en la Italia de entreguerras, ha cobrado un nuevo significado simbólico en el contexto actual. Durante las elecciones generales de 2023 en España, su famosa frase «Prefiero ser un cerdo a ser un fascista» se viralizó como lema antifascista en redes sociales, inspirando a artistas y ciudadanos a defender el voto y rechazar la extrema derecha. Ahora, el retorno de Porco Rosso a la gran pantalla vuelve a situar a su protagonista en el centro del debate público.
Un antihéroe en los cielos: la historia de Marco Pagot
La trama sigue a Marco Pagot, un expiloto de combate marcado por la Primera Guerra Mundial. Tras una experiencia traumática y desilusionado con la humanidad, Marco es víctima de una extraña maldición que le otorga la apariencia de un cerdo. Bajo el apodo de Porco Rosso, sobrevuela el mar Adriático como cazarrecompensas, enfrentándose a piratas del aire y protegiendo a civiles. Sin embargo, su mayor batalla es interior: arrastra la culpa de haber sobrevivido mientras tantos compañeros caían en el conflicto.
Porco representa un rechazo a los grandes relatos bélicos y nacionalistas. Prefiere volar en solitario y mantenerse al margen de los ejércitos organizados, una decisión que le convierte en desertor para el régimen de Mussolini. El filme explora así la tensión entre deber y conciencia individual, todo ello con el trasfondo del ascenso del fascismo en Europa.
Una película política y humanista
Porco Rosso es conocida por su tono desenfadado, pero también por su profundidad política y social. El famoso lema «prefiero ser un cerdo a ser un fascista» resume el espíritu de resistencia y crítica que impregna el film. Miyazaki utiliza la figura del cerdo como metáfora de desencanto y rebeldía interior: Marco se ve a sí mismo como un ser apartado de la humanidad por no querer participar en conflictos violentos o aceptar las imposiciones del poder.
La película no es simplemente una fábula de aventuras, sino una reflexión sobre la libertad, la justicia y el sentido del honor. El propio Miyazaki reconoce su pasión por los aviones, pero también su incomodidad con el uso bélico que tuvieron en la historia. Porco Rosso, al igual que otras obras del estudio, combina un pacifismo rotundo con momentos de humor, romanticismo nostálgico y una humanidad palpable en cada personaje.
Tras la leyenda: curiosidades y claves de Porco Rosso
La génesis de Porco Rosso estuvo marcada por el azar y los encargos inesperados. Nació a partir de un manga de Miyazaki, The Age of the Flying Boat, y su primera función iba a ser un mediometraje promocional para Japan Airlines. Sin embargo, el director japonés, arrastrado por la guerra de Yugoslavia y su fascinación por los aviones, transformó la idea en un largometraje más serio y profundo.
Entre los muchos detalles curiosos de la cinta, destacan los homenajes presentes en nombres y referencias: Marco Pagot se llama así en honor a los hermanos Pagot, dibujantes italianos con quienes Miyazaki trabajó en la serie de Sherlock Holmes y creadores del personaje Calimero. Curtis, el rival de Porco, alude a los clásicos aviones Curtiss Falcon. Además, la canción que canta Gina, Les temps des cerises, está fuertemente vinculada a movimientos históricos antifascistas y la Comuna de París.
La animación de Porco Rosso destaca por la recreación minuciosa de paisajes mediterráneos y secuencias aéreas espectaculares. A esto se suman personajes femeninos sólidos, como la joven mecánica Fio y la carismática Gina, y un sentido del humor que suaviza, pero no diluye, el trasfondo trágico de la historia.
El legado perpetuo de un cerdo volador
Desde su estreno, Porco Rosso ha sido aclamada tanto por la crítica como por el público. La película fue todo un éxito en taquilla en Japón y ha recibido galardones internacionales como el Premio Cristal al Mejor Largometraje en el Festival de Annecy. En España, aunque su llegada en los 90 fue directa a DVD, se convirtió en la primera obra de Studio Ghibli estrenada en salas del país y mantiene un lugar especial en la memoria colectiva de los fans de la animación.
El reestreno en 2025, además de ofrecer la posibilidad de verla en versión original y doblada al castellano, sirve también para abrir el debate sobre el papel actual del cine animado en cuestiones sociales y políticas. La vigencia del mensaje antifascista de Porco Rosso, su enfoque en la justicia, el derecho a disentir y la humanidad de sus personajes la consolidan como un referente atemporal, perfecto para nuevos espectadores y nostálgicos del estudio Ghibli.
Su vuelta a los cines invita a reflexionar sobre los peligros del conformismo, el valor de la deserción frente a lo injusto y la importancia de defender la libertad incluso en tiempos turbulentos. Es una oportunidad para dejarse llevar por la magia y la profundidad de una historia que vuela mucho más allá del Adriático.