Kiko Hernández y Kiko Matamoros preparan un late night en YouTube

Última actualización: diciembre 28, 2025
  • Kiko Hernández y Kiko Matamoros lanzan un late night digital exclusivo en YouTube, con estreno previsto para enero y sin confirmar aún su título definitivo.
  • El formato promete ser más libre, transgresor y sin censura, con referencias directas a clásicos como Crónicas Marcianas y Cruzamos el Mississippi.
  • El proyecto llega tras una etapa de cambios personales y profesionales para ambos, incluida la salida de Matamoros de No somos nadie y el regreso de Hernández a Madrid.
  • Los dos excolaboradores de Sálvame apuestan por reivindicar su complicidad y su estilo directo en un espacio nocturno pensado para “romper” YouTube.

Late night de Kiko Hernández y Kiko Matamoros en YouTube

La noche digital en España se prepara para un nuevo movimiento sonado: Kiko Hernández y Kiko Matamoros han decidido volver a compartir proyecto, esta vez al margen de la televisión en abierto. Los dos comunicadores ultiman el lanzamiento de un late night propio que verá la luz en YouTube a partir de enero, con el objetivo declarado de agitar el panorama del entretenimiento online.

Tras más de veinte años coincidiendo en platós y formatos de todo tipo, los dos Kikos dan un giro a su trayectoria y apuestan por un espacio nocturno hecho a su medida, sin ataduras de parrilla ni restricciones de cadena. El programa nace con vocación de ser un punto de encuentro entre conversación, actualidad y espectáculo, pero con un tono descarado y sin filtros que recuerde a los grandes late nights que marcaron a una generación de espectadores.

Un late night pensado para “romper” YouTube

El anuncio del proyecto se ha producido a través de sus redes sociales, donde ambos han compartido un mensaje conjunto en el que describen el formato como “un late night como nunca antes se ha visto”. En esa presentación, se comparan sin complejos con dos iconos de la televisión española: aseguran que será “más fuerte que Cruzamos el Mississippi” y “más salvaje que Crónicas Marcianas”, dos referencias que dejan claro el tipo de energía e irreverencia que pretenden recuperar.

Lejos de la televisión convencional, el espacio se emitirá exclusivamente en YouTube, apostando por un modelo de contenido on demand y sin horarios cerrados. La idea es aprovechar la libertad de la plataforma para experimentar con duraciones, secciones y ritmos distintos a los que permite un canal generalista, sin estar pendientes del share o de los cortes publicitarios marcados.

En los textos con los que han presentado el proyecto, los presentadores hablan de un programa que llegará “sin filtros, sin límites y sin pedir perdón”. También insisten en que no se trata de “otra versión de la televisión de siempre”, sino de un formato preparado para viralizarse: aspiran a que sea “el más viral, el más visto y el más atrevido” dentro de la plataforma, con contenidos diseñados para compartirse y generar conversación en redes.

Los dos comunicadores subrayan que este nuevo late night quiere recuperar la transgresión que se asociaba a la franja nocturna de las grandes cadenas en los años noventa y dos mil, pero trasladada al ecosistema actual del streaming. De ahí que hablen de “cruzar líneas” y “romper barreras” que, a su juicio, la televisión tradicional ya no se atreve a traspasar.

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Aunque todavía no han revelado la fecha exacta del estreno, sí han marcado enero como el mes en el que el formato verá la luz, presentándolo como el inicio de una nueva etapa profesional más independiente y adaptada a la lógica digital. La expectación se ha alimentado también por el hermetismo respecto a algunos detalles clave, como la estructura definitiva del programa o la identidad de los posibles colaboradores.

Una alianza forjada en décadas de televisión

Que Kiko Hernández y Kiko Matamoros se embarquen juntos en este proyecto no coge por sorpresa a quienes han seguido su trayectoria. Ambos han compartido platós durante más de dos décadas en espacios como Crónicas Marcianas, A tu lado, Sálvame, Ni que fuéramos shhh o más recientemente Tentáculos, donde han ejercido de colaboradores, tertulianos y figuras clave del entretenimiento televisivo.

En esa larga etapa coincidieron también con la recordada Mila Ximénez, con quien formaron el conocido “Eje del mal”, un trío que se convirtió en símbolo de una manera muy directa y sin tapujos de entender la televisión en directo. Ese espíritu de complicidad, juego y conflicto controlado es, según ellos mismos, uno de los ingredientes que pretenden trasladar ahora al entorno digital.

A nivel personal, entre ambos se ha consolidado con los años una relación de amistad y confianza que va más allá de las cámaras. Esa química, que el público ya identifica y espera, será uno de los pilares del nuevo formato: la dinámica entre los dos Kikos, sus complicidades, sus choques y su manera de analizar la actualidad prometen tener tanto peso como los temas o invitados que pasen por el programa.

Los comunicadores no han ocultado que juguetean con la nostalgia televisiva al hablar de su nuevo proyecto. En sus publicaciones han evocado directamente Crónicas Marcianas y Cruzamos el Mississippi, dos programas que marcaron una época por su carácter gamberro y su mezcla de humor, entrevistas y contenidos imprevisibles. La intención declarada es actualizar ese ADN a la era de YouTube, sin las cortapisas regulatorias ni de audiencia de la televisión lineal.

Al mismo tiempo, remarcan que no quieren hacer una copia de esos formatos, sino una propuesta con sello propio que conecte con una audiencia distinta: un público que se mueve entre plataformas, consume contenido a la carta y participa activamente a través de comentarios y redes sociales, y que ya no se sienta necesariamente frente a la tele a una hora fija.

Contexto personal: cambios, salidas y nuevas etapas

El anuncio del nuevo late night llega en un momento especialmente significativo en las vidas profesionales de los dos presentadores. En el caso de Kiko Matamoros, hace poco comunicó su salida del programa No somos nadie, donde participaba de forma regular. Explicó entonces que necesitaba frenar el ritmo, priorizar su bienestar personal y tomar distancia de la exigencia diaria de la televisión tradicional.

Esa decisión, que en su momento se interpretó como un posible paso atrás o incluso una retirada parcial de la primera línea mediática, se entiende ahora como el preámbulo de un cambio de rumbo hacia proyectos más controlados y escogidos. El nuevo programa en YouTube encaja con esa voluntad de marcar sus propios tiempos y elegir un formato en el que tenga mayor autonomía creativa.

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Para Kiko Hernández, el final de año tampoco ha sido sencillo. El colaborador ha atravesado una etapa complicada en Melilla, tanto en el plano personal como en el profesional, donde residía junto a su marido, Fran Antón. Allí protagonizaron una huelga de hambre que se prolongó hasta requerir intervención médica, un episodio que terminó precipitando el regreso definitivo de Hernández a Madrid.

De vuelta en la capital, el presentador ha ido reordenando su agenda laboral. En la actualidad, compagina su papel al frente del reality La casa de los gemelos con su participación como colaborador en distintos espacios televisivos, donde se ha reencontrado con antiguos compañeros de plató. El late night junto a Matamoros se suma ahora como una pieza clave en esa etapa de reconstrucción personal y profesional.

El movimiento de ambos hacia un proyecto conjunto y digital se interpreta también como una respuesta a la transformación del mercado audiovisual español y europeo, donde cada vez más figuras consolidadas de la televisión tradicional dan el salto a plataformas como YouTube, Twitch o servicios de streaming para mantener el contacto directo con su comunidad sin depender del encaje en una parrilla clásica.

Un formato libre, sin censura y con vocación de polémica

Aunque todavía guardan en secreto muchos detalles concretos del contenido, las pistas que han dejado apuntan a un late night con una mezcla de entrevistas, análisis de la actualidad, humor y momentos más deslenguados. La premisa central es clara: romper con las reglas habituales del entretenimiento nocturno, tanto en tono como en temas, aprovechando que en YouTube no tienen que ajustarse a los márgenes de corrección de una cadena generalista.

En su comunicado conjunto, los presentadores sostienen que su programa “no pide permiso, cruza líneas y rompe barreras”, con la promesa de hacer saltar por los aires lo que el espectador cree saber sobre el entretenimiento nocturno. La idea de ir “sin miedo a cruzar líneas” y “sin pedir perdón” se repite en sus mensajes, reforzando la imagen de un espacio dispuesto a asumir riesgos y a convivir con la polémica.

También han insistido en que el programa nace con la ambición de convertirse en uno de los contenidos más virales de la plataforma. Hablan abiertamente de querer ser “el más visto, el más atrevido” y “lo que nadie se ha atrevido a hacer hasta ahora” dentro del entorno de YouTube, una declaración de intenciones que sitúa el listón alto y coloca el foco en la capacidad del formato para generar titulares y debates.

El entorno digital, a diferencia de la televisión en abierto, permite una interacción constante con la audiencia: comentarios en directo o en diferido, participación en redes, encuestas y formatos híbridos que combinan vídeo y comunidad. En ese sentido, el nuevo proyecto de los Kikos podría apoyarse en esa conversación bidireccional para reforzar su impacto y calibrar hasta qué punto el tono transgresor conecta con el público.

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Entre los seguidores de ambos colaboradores se da por hecho que, fieles a su estilo, el programa no evitará temas polémicos ni debates incómodos. Su perfil mediático, marcado por conflictos, exclusivas y posiciones contundentes, hace prever un espacio donde la autocensura brille por su ausencia y donde la tensión y la ironía sean parte del atractivo del formato.

Del plató clásico al streaming: una apuesta por reinventarse

El salto definitivo de Hernández y Matamoros a un proyecto nativo de YouTube se enmarca en un contexto más amplio: la migración de parte del talento televisivo tradicional hacia el ecosistema de plataformas y redes. Allí encuentran la posibilidad de diseñar productos más personales, elegir sus tiempos y explorar nuevas narrativas sin el corsé de la programación lineal.

En su caso, la apuesta tiene un componente simbólico añadido. Los dos comunicadores se hicieron populares precisamente en una época en la que los grandes late nights marcaban la agenda social y mediática en España, cuando el consumo televisivo se concentraba en unas pocas franjas y cadenas. Ahora intentan trasladar esa experiencia a un entorno en el que la audiencia se dispersa, el consumo es fragmentado y el directo convive con el diferido permanente.

Para los espectadores que crecieron viéndolos en espacios como Sálvame o Crónicas Marcianas, este nuevo paso supone una oportunidad de reencontrarse con su faceta más espontánea y gamberra en un marco diferente, sin las restricciones de lenguaje o de temas que muchas veces impone la televisión convencional. Para las generaciones más jóvenes, en cambio, puede ser el primer contacto directo con su estilo en un entorno donde se sienten más cómodas, como es YouTube.

El reto, por tanto, será conseguir que el formato conecte tanto con su público histórico como con espectadores acostumbrados al ritmo y la estética del contenido digital. La competencia en la plataforma es feroz, con creadores independientes muy asentados y otros rostros televisivos que ya han hecho la transición al streaming, por lo que diferenciarse será clave.

Aun así, la combinación de experiencia, notoriedad y una comunidad de seguidores muy fiel ofrece a los dos Kikos una base sólida desde la que lanzar su proyecto. Su nombre sigue generando atención mediática y capacidad para convertirse en tema de conversación, algo que en el entorno del contenido online resulta casi tan importante como el propio formato.

Con todo este contexto, el nuevo late night de Kiko Hernández y Kiko Matamoros se perfila como una de las apuestas más llamativas dentro del entretenimiento digital en castellano: un experimento que mezcla pasado y presente televisivo, que busca recuperar la chispa de los grandes programas nocturnos y que intenta, a golpe de libertad creativa y discurso sin cortapisas, abrirse un hueco propio en la jungla de YouTube.