Un ordenador es como una casa: de vez en cuando necesita una buena limpieza para que todo funcione como el primer día. Y no hay nada mejor que un formateo para dejarlo como recién salido de fábrica. Pero tranquilo, que no es tan complicado como parece. En este artículo te voy a explicar paso a paso cómo formatear tu ordenador de forma sencilla y sin complicaciones. Verás que en poco tiempo tendrás tu equipo como nuevo y listo para darle caña. ¡Vamos allá!
Preparativos antes del formateo
Antes de lanzarte a formatear tu ordenador como un loco, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. Lo primero y más importante: haz una copia de seguridad de todos tus archivos importantes. Sí, ya sé que es un rollo, pero créeme que te ahorrarás muchos disgustos. Imagina perder todas tus fotos de las vacaciones o ese trabajo en el que has estado semanas currando. No mola nada, ¿verdad?
Para hacer la copia de seguridad puedes usar un disco duro externo o algún servicio de almacenamiento en la nube como Google Drive o Dropbox. Tú eliges, pero asegúrate de guardar todo lo que no quieras perder.
Otro consejo de oro: ten a mano los drivers de tu ordenador. Aunque Windows suele reconocer la mayoría del hardware, siempre viene bien tener los drivers oficiales por si acaso. Puedes descargarlos de la web del fabricante de tu equipo o de los componentes.
Creación del medio de instalación
Ahora que ya tienes tus archivos a salvo, toca preparar el medio de instalación. Básicamente, necesitas un USB booteable con Windows. Si no tienes ni idea de cómo hacer esto, tranqui, que es más fácil de lo que parece.
Lo primero es descargar la herramienta de creación de medios de Windows desde la web oficial de Microsoft. Una vez instalada, sigue los pasos que te indica el programa. Elige la opción de crear un medio de instalación para otro PC y selecciona USB como soporte. El programa se encargará de descargar la última versión de Windows y crear el USB booteable.
El proceso de formateo
Ya tienes todo listo, así que vamos al lío. Inserta el USB en tu ordenador y reinícialo. Ahora viene la parte un poco más técnica: tienes que entrar en la BIOS de tu equipo para cambiar el orden de arranque y que inicie desde el USB.
Normalmente, para entrar en la BIOS tienes que pulsar una tecla específica durante el arranque del ordenador. Suele ser F2, F10, Supr o Esc, pero depende del fabricante. Si no estás seguro, busca en Google «cómo entrar en la BIOS» seguido del modelo de tu ordenador.
Una vez en la BIOS, busca la opción de orden de arranque (Boot Order) y pon el USB como primera opción. Guarda los cambios y reinicia. Si todo ha ido bien, verás la pantalla de instalación de Windows.
Instalación limpia de Windows
Ahora empieza lo bueno. Sigue los pasos que te va indicando el asistente de instalación. Cuando llegues a la pantalla de selección de disco duro, verás todas las particiones existentes. Aquí es donde tienes que borrar todas las particiones y crear una nueva. Sí, es un poco drástico, pero es la mejor forma de hacer una instalación limpia.
Una vez creada la nueva partición, selecciónala y continúa con la instalación. Windows se encargará de todo lo demás. Tómate un café o échate una siesta, porque esto puede llevar un ratito.
Configuración inicial y actualizaciones
¡Enhorabuena! Ya tienes Windows instalado. Pero no cantes victoria todavía, que aún queda trabajo por hacer. Lo primero es configurar las opciones básicas de Windows: idioma, zona horaria, cuenta de usuario, etc. No te compliques mucho, ya tendrás tiempo de personalizar todo a tu gusto más adelante.
Una vez terminada la configuración inicial, lo siguiente es actualizar Windows. Sí, ya sé que es un coñazo, pero es importante tener el sistema al día. Ve a Configuración > Windows Update y deja que haga su magia. Aprovecha para ir a por otro café, que esto también lleva su tiempo.
Instalación de programas y restauración de datos
Ya casi estamos. Ahora toca instalar todos tus programas favoritos. Mi consejo es que no instales todo lo que tenías antes. Aprovecha para hacer limpieza y quedarte solo con lo que realmente uses. Para facilitarte la tarea, puedes usar Ninite, una web que te permite instalar varios programas de una sola vez.
Por último, es hora de restaurar tus archivos desde la copia de seguridad que hiciste al principio. Copia tus documentos, fotos, música y todo lo que guardaste en su sitio correspondiente.
Y ya está, has terminado. Tu ordenador está como nuevo, listo para darte guerra durante un buen tiempo. ¿Ves como no era para tanto? La próxima vez que alguien te diga que formatear un ordenador es complicado, ya sabes que puedes reírte en su cara. Bueno, mejor no, que igual se lo toma a mal. Pero al menos sabrás que tú puedes hacerlo sin problemas.