Facebook Messenger cierra su aplicación de escritorio: qué cambia para los usuarios

Última actualización: diciembre 16, 2025
  • Meta ha retirado la app nativa de Facebook Messenger para Windows y macOS y redirige a los usuarios a la versión web.
  • La medida forma parte de una estrategia para centralizar la mensajería en el navegador y en la app principal de Facebook.
  • Meta recomienda activar el almacenamiento seguro y configurar un PIN para conservar el historial de chats.
  • Los usuarios pueden seguir usando Messenger sin cuenta de Facebook a través de Messenger.com o migrar a alternativas como WhatsApp, Telegram o Signal.

Facebook Messenger cierra su aplicación de escritorio

La desaparición de la aplicación de escritorio de Facebook Messenger ya es oficial. Meta ha puesto punto final al cliente nativo para Windows y macOS, obligando a los usuarios de ordenador a pasar por el navegador o por la propia app de Facebook si quieren seguir charlando desde el PC.

Este movimiento, que la compañía venía adelantando desde hace meses, supone el fin de una etapa iniciada en plena pandemia y deja claro hacia dónde apunta ahora la estrategia del grupo: menos aplicaciones independientes, más servicios centralizados en la web y en la red social principal, con impacto directo en usuarios de España y del resto de Europa que usaban Messenger como herramienta ligera de comunicación en el escritorio.

Fin de la app de escritorio: redirección a la web y plazos

Cambio a la versión web de Facebook Messenger

A partir del 15 de diciembre de 2025, la aplicación de Messenger para ordenadores ha quedado fuera de juego. Los usuarios de Windows y macOS ya no pueden descargarla y, quienes la tenían instalada, se encuentran progresivamente con que la app deja de funcionar de manera autónoma.

En Windows, al abrir el antiguo cliente de escritorio, la propia aplicación redirige al usuario a Facebook.com o a la app de escritorio de Facebook, que no es más que una web encapsulada. En macOS, el comportamiento es similar: el intento de usar Messenger en el escritorio termina llevando al navegador, normalmente a Messenger.com, donde se mantiene el acceso a chats, llamadas y videollamadas sencillas.

En algunos casos, Meta ha concedido un periodo de gracia de hasta 60 días para quienes seguían teniendo instalada la app, pero tras ese margen el acceso queda bloqueado y el único camino pasa por el navegador o por la aplicación principal de la red social. La propia página de soporte de Facebook confirma que Messenger «ya no está disponible» como app independiente para Windows y Mac.

Meta enmarca esta retirada en un proceso de consolidación de servicios, con el que busca simplificar su catálogo de productos, reducir costes técnicos de mantenimiento y centrar el uso en plataformas donde el retorno, especialmente publicitario, es mayor.

Por qué Meta ha decidido cerrar Messenger en el escritorio

Motivos del cierre de Messenger de escritorio

Detrás de la decisión hay varios factores. El primero tiene que ver con las limitaciones técnicas y funcionales de la aplicación de escritorio frente a sus rivales. Messenger nunca llegó a competir de tú a tú con plataformas como Zoom o soluciones pensadas para el trabajo en remoto, tanto en el número máximo de participantes en videollamadas como en funciones avanzadas (compartir pantalla, enlaces de reunión, herramientas de productividad, etc.).

La app fue lanzada en plena crisis de la Covid‑19, en un momento en que millones de personas en Europa empezaron a teletrabajar y a apoyarse en las videollamadas. Sobre el papel, tenía sentido ofrecer un cliente ligero integrado con el ecosistema de Facebook, pero en la práctica muchos usuarios terminaron optando por alternativas más completas o, simplemente, por mantener una pestaña del navegador abierta.

Otro punto clave ha sido la propia evolución interna de la aplicación. En Mac, Messenger ha pasado por varias tecnologías: primero como app basada en Electron, después migrada a Catalyst (para llevar la versión de iPad a macOS) y más tarde reescrita en React Native Desktop. En Windows, el cliente terminó convirtiéndose en una aplicación web progresiva (PWA), en esencia una versión de la web empaquetada.

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Estos cambios, lejos de consolidar un producto sólido, han reflejado cierta inestabilidad en la apuesta de Meta. El resultado han sido críticas por consumo de recursos, falta de sensación de app nativa y una experiencia que, para muchos usuarios, no aportaba ventajas claras frente a la versión web estándar.

En paralelo, desde 2023 la compañía empezó a reintegrar Messenger en la app principal de Facebook, respondiendo a las quejas sobre el funcionamiento de la app independiente en Windows y a la voluntad de reforzar el uso de la red social clásica frente a servicios fragmentados.

Centralizar todo en Facebook y el navegador

El cierre de Messenger de escritorio no es un movimiento aislado, sino parte de una estrategia más amplia de Meta orientada a concentrar su actividad en la web y en las aplicaciones principales. La compañía ya había dado pasos similares con WhatsApp en escritorio, sustituyendo clientes nativos por soluciones basadas en WebView o webapps con mayor dependencia del navegador.

En el caso de Facebook, la alternativa que se ofrece ahora es usar la app de la red social en el escritorio o el propio Facebook.com. Eso implica, en la práctica, que para chatear muchos usuarios tendrán abierta una interfaz completa, cargada de publicaciones, recomendaciones y anuncios, en lugar de una ventana minimalista sólo de mensajes.

Esta decisión tiene un claro componente de negocio: al forzar la mensajería dentro del ecosistema de Facebook, Meta incrementa las oportunidades de exposición a contenidos patrocinados y a publicaciones de gente a la que el usuario no sigue de forma directa. La mensajería deja de estar aislada en una utilidad separada y pasa a ser otra puerta de entrada a la red social principal.

Desde el punto de vista técnico, la nueva Messenger basada en el navegador se apoya en tecnologías como WebView2 en Windows. Esto facilita el desarrollo y unifica la experiencia entre sistemas, pero también puede suponer un mayor consumo de memoria RAM y CPU en comparación con una aplicación nativa bien optimizada, algo que ya han notado algunos usuarios en ordenadores más modestos.

Para Meta, sin embargo, el cálculo parece claro: mantener varias versiones nativas en paralelo (Windows, macOS e incluso Linux) tiene un coste de desarrollo, seguridad y soporte que no compensa si la mayoría de usuarios ya se conectan vía web. En un contexto donde se priorizan productos con gran tracción, Messenger de escritorio ha sido uno de los sacrificados.

Qué pasa con tu historial de chats y tu cuenta

Una de las principales preocupaciones de los usuarios españoles y europeos ha sido la conservación del historial de conversaciones. Meta ha insistido en que los mensajes no se perderán, pero ha puesto una condición importante: hay que activar el almacenamiento seguro y configurar un PIN antes de completar la transición a la web.

A través de las opciones de Privacidad y seguridad de Messenger, la compañía ha pedido habilitar el almacenamiento de mensajes cifrados de extremo a extremo y establecer un código PIN. De este modo, el historial se sincroniza con la infraestructura de Messenger y puede recuperarse sin problemas en Facebook.com, Messenger.com o en las apps móviles.

Meta ha divulgado instrucciones específicas en su centro de ayuda, con guías separadas para Windows y macOS, detallando los pasos necesarios para comprobar si el almacenamiento seguro está activado y para garantizar que el registro de chats se mantiene disponible tras el cierre de la app de escritorio.

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Una vez dada la migración, al iniciar sesión en el navegador, los usuarios deberían ver su historial completo de conversaciones, siempre que hubieran seguido estas indicaciones. La compañía subraya que, con el almacenamiento seguro activo, los mensajes permanecen accesibles «en todas las plataformas».

En este proceso también se ha reforzado el discurso sobre la cifra de extremo a extremo. Meta recalca que sólo el emisor y el receptor disponen de las claves necesarias para leer los mensajes, y que ni la propia empresa tiene acceso directo al contenido cifrado, salvo que un usuario decida reportar una conversación o compartir voluntariamente mensajes con el servicio de soporte.

Uso de Messenger con y sin cuenta de Facebook

Otra cuestión relevante es la situación de quienes utilizaban Messenger sin tener un perfil en Facebook. Para este grupo, Meta ha optado por una solución específica: en lugar de forzar la creación de una cuenta en la red social, se les redirige automáticamente a Messenger.com.

En esa web pueden iniciar sesión con sus credenciales de Messenger y seguir usando el servicio de mensajería de forma independiente, sin necesidad de vincularlo a un perfil público. Esta vía mantiene viva la posibilidad de usar Facebook Messenger como herramienta de chat autónoma, aunque ya no exista aplicación nativa en el escritorio.

Para los usuarios que sí tienen cuenta en Facebook, la experiencia cambia más: al abrir antiguas versiones de la app o tratar de descargarla, el sistema indica que la aplicación ya no está disponible y les invita a usar el sitio web de Facebook o la app oficial para continuar las conversaciones.

Esta transición afecta a un volumen importante de usuarios a nivel global. Meta recuerda que más de 3.000 millones de personas utilizan Facebook al menos una vez al mes, y una parte de ese público se apoyaba en la app de escritorio como complemento al móvil o a la versión web tradicional.

En Europa, donde el uso del ordenador sigue siendo habitual en entornos laborales y domésticos, el cambio obliga a reorganizar flujos de trabajo y hábitos, especialmente en oficinas y hogares que utilizaban Messenger como canal de comunicación ligero en el escritorio.

Impacto en la experiencia de uso en Europa

Para muchos usuarios europeos, la principal pérdida es la comodidad de contar con un cliente separado de la pestaña del navegador. La app de escritorio permitía tener las conversaciones en una ventana dedicada, con notificaciones del sistema y sin distracciones constantes de la red social.

Ahora, quienes opten por usar la versión web de Facebook se encontrarán con el muro cargado de publicaciones, vídeos, recomendaciones y anuncios. Esto puede resultar especialmente molesto en oficinas o espacios de trabajo en España donde se valoraba contar con una interfaz discreta y centrada exclusivamente en el chat.

Algunos usuarios ya han señalado el aumento del consumo de recursos con la nueva solución basada en web, con navegadores que superan con facilidad el gigabyte de RAM al mantener Facebook o Messenger.com abiertos todo el día. Este comportamiento recuerda a las críticas recibidas por otras webapps del ecosistema de Meta.

Aun así, para quienes simplemente usaban Messenger de forma esporádica, la transición a la web puede resultar relativamente indolora, ya que la mayoría de funciones básicas —mensajes de texto, notas de voz, archivos, videollamadas sencillas— siguen estando disponibles desde el navegador.

En el ámbito empresarial, el impacto es menor que en su día tuvo el cierre o cambios en otras plataformas, porque Messenger nunca fue una herramienta dominante en entornos corporativos europeos, donde ya mandaban soluciones como Teams, Zoom, Slack o Google Meet.

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Alternativas para usuarios de escritorio: WhatsApp, Telegram, Signal, Discord…

Ante el adiós de Messenger en el escritorio, muchos usuarios en España y Europa pueden valorar un traslado a otras aplicaciones que sí mantienen clientes nativos o soluciones sólidas para PC. Entre las principales alternativas figuran varias plataformas ya muy consolidadas.

Una de las opciones más evidentes es WhatsApp, también propiedad de Meta, que cuenta con versiones para Windows y macOS capaces de sincronizarse con el móvil y con la web. Aunque comparte algunos problemas de consumo de recursos en según qué versiones, ofrece una experiencia bastante madura y extendida entre el gran público.

Otra propuesta con gran presencia en Europa es Telegram, que dispone de aplicaciones de escritorio completas —incluyendo Linux— y una versión web muy competente y opciones para tener dos cuentas simultáneamente.

En el terreno de la privacidad, Signal destaca por su enfoque en el cifrado de extremo a extremo y en la mínima recolección de datos. Dispone de clientes para Windows, macOS y Linux, con sincronización rápida del historial desde el móvil y una comunidad cada vez más preocupada por la protección de sus comunicaciones.

Por último, Discord se ha convertido en una especie de punto de encuentro híbrido, combinando chats de texto, canales de voz, videollamadas y comunidades organizadas por temas. Aunque nació con un perfil más asociado al mundo del videojuego, en Europa su uso se ha extendido a grupos de estudio, proyectos colaborativos y comunidades de todo tipo.

La desaparición de Messenger en el escritorio puede servir, por tanto, como oportunidad para replantear qué herramienta encaja mejor con las necesidades de cada usuario o grupo, teniendo en cuenta factores como la privacidad, la integración con el móvil, el consumo de recursos o el tipo de uso (personal, profesional, comunitario, etc.).

El cierre en contexto: una pieza más en la reorganización de Meta

Visto en perspectiva, el adiós a la aplicación de escritorio de Messenger es una más de las reconfiguraciones periódicas del catálogo de Meta. La compañía acostumbra a lanzar productos, impulsarlos durante un tiempo y, si no alcanzan el nivel de uso esperado, reducir su inversión o directamente cerrarlos.

En este caso, la jugada encaja con la intención de simplificar la cartera de apps y priorizar aquellas que concentran más atención. Al traer de vuelta la mensajería al corazón de Facebook y apostar por experiencias web unificadas, la empresa reduce la fragmentación y orienta a los usuarios hacia canales donde el modelo publicitario resulta más rentable.

Para los usuarios, la sensación es doble: por un lado, se pierde una herramienta que, sin ser perfecta, resultaba práctica para mantener la mensajería separada del resto de la red social; por otro, se abre la puerta a explorar aplicaciones alternativas o a sacarle más partido a las opciones web y móviles que ya existían.

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En el día a día de quienes chateaban desde el ordenador en España o en otros países europeos, el cambio se notará sobre todo en la forma de acceder a los mensajes y en la cantidad de distracciones adicionales que acompañan a cada conversación al pasar por la interfaz completa de Facebook. La mensajería sigue ahí, pero ya no vive en una ventana independiente; ahora forma parte de un ecosistema más grande donde Meta busca que pasemos el máximo tiempo posible.