- Mayor demanda y horarios de conciliación en Benidorm y en las zonas rurales de Jerez
- Programas inclusivos y apoyo especializado: Montilla Bono, Ronda y el recurso educativo RIE
- Oferta variada con salidas culturales, deporte, talleres y educación ambiental
- Colaboración entre administraciones, asociaciones y entidades sociales con ayudas y subvenciones
Las Escuelas de Verano de distintos municipios cierran balance con una participación creciente, más servicios de conciliación y una oferta educativa que combina aprendizaje, ocio y valores. Las cifras y testimonios recabados reflejan que estas propuestas siguen siendo una herramienta útil para las familias, además de un espacio seguro y enriquecedor para la infancia y la adolescencia.
Este recorrido informativo reúne datos y experiencias de Benidorm, Jerez (ámbito rural), Cartagena, Burjassot, Ronda, Andújar y Adeje, con un hilo conductor claro: refuerzo de la inclusión, coordinación entre administraciones y tejido social, y una programación diversa que no se queda solo en el entretenimiento.
Participación y conciliación: cifras y servicios
En Benidorm, la Escuela de Verano organizada junto a la FAMPA Marina Baixa ha reunido a casi medio millar de menores, con 292 inscripciones en julio y 206 en agosto. El programa ha ofrecido comedor, escola matinera y de vesprada para cubrir de 7:30 a 16:30, matrículas por semanas o quincenas para mayor flexibilidad y una subvención municipal de hasta el 50% (18.000 € destinados a la parte educativa). Además, se han financiado dos aulas de integración con 25 menores y otros ocho en La Vila Joiosa con apoyo total de Bienestar Social, en una edición marcada por la visita institucional y el seguimiento de las actividades.
Desde el medio rural de Jerez, se ha impulsado una red de 16 Escuelas de Verano en barriadas y pedanías, con inicio en julio y horario de 10:00 a 14:00. La demanda superó previsiones en lugares como El Portal, donde se pasó de 25 plazas previstas a 40 solicitudes atendidas. La programación combina aprendizaje con propuestas refrescantes —juegos de agua y dinámicas lúdicas— para facilitar la conciliación, especialmente en zonas sin piscina municipal.
En Burjassot, el programa Soc Estiu del Centro Socioeducativo Díaz Pintado ha atendido a 80 menores de 6 a 16 años usuarios de Servicios Sociales. Este año se ha trabajado el eje de las emociones con ambientación de superhéroes, con talleres, deporte y salidas a la piscina, además de acciones de educación ambiental vinculadas a la Agenda 2030, y un cierre con actuaciones preparadas por los grupos educativos.
Cartagena ha vuelto a acoger la Escuela de Verano de la asociación Custodire, que celebra su décima edición con 47 participantes de 5 a 16 años. El itinerario ha servido para conocer la ciudad desde Cartagonova y el modernismo hasta el folclore y el deporte local, con actividades como gimnasia rítmica y la visita de responsables municipales a una iniciativa que se complementa con otros recursos educativos durante el curso.
Inclusión y acompañamiento educativo
En Andújar, la asociación Montilla Bono dirige una Escuela de Verano Inclusiva específica para alumnado con necesidades educativas especiales, con 20 plazas y atención profesional de psicología, logopedia, fisioterapia y educación. La temática de este año ha sido un viaje por diferentes países, con manualidades, cocina, psicomotricidad y estimulación sensorial, reforzando habilidades sociales y la intervención individualizada con apoyo de voluntariado y entidades colaboradoras.
La Escuela de Verano impulsada por la asociación Montaña y Desarrollo en Ronda ha contado con una sesión de yoga inclusivo en colaboración con Cruz Roja y la asociación Naim, con más de cincuenta asistentes entre niños y adultos. En paralelo, el programa Eracis+ trabaja de forma transversal con las familias —con acciones como la parentalidad positiva—, fomentando beneficios físicos y emocionales en su enfoque socioeducativo.
Custodire, además de su escuela estival, sostiene durante el año el Recurso de Integración Educativa (RIE) para jóvenes que han perdido temporalmente el derecho de asistir a clase. La entidad busca que ese periodo sirva para reforzar currículum, habilidades sociales y ocio saludable, facilitando la vuelta al sistema con más herramientas. Su labor se basa en principios de cuidado, acompañamiento y protección, articulando fe, ocio y formación con familias y administración.
En Adeje, la de 12 a 15 años ha consolidado un entorno seguro y participativo donde se potencia la responsabilidad, el respeto y la creatividad. La programación por semanas ha alternado dinámicas de cohesión, una visita didáctica a la Casa Fuerte de Adeje y una salida a Aqualand, además de un bloque sobre análisis crítico de redes sociales, convivencia intergeneracional en la playa, exploración del Bosque de Las Nieves, talleres de animales exóticos y aventura en Forestal Park.
La parte deportiva y cultural se ha completado con sesiones en el complejo Baobab y el pabellón de Las Torres, una visita al CIAAD, un cierre en Loro Parque, un taller artístico para recrear un logotipo juvenil, defensa personal, avistamiento de ballenas y delfines, cine, karaoke y Just Dance. La última semana incluyó percuterapia con materiales reciclados, un día de playa y el esperado broche en Siam Park, con una valoración muy positiva por parte de las familias.
El balance conjunto evidencia que estas iniciativas sirven a la vez a la conciliación y al desarrollo personal: más plazas y horarios amplios donde hace falta, programas inclusivos que se adaptan a cada realidad, y una red de colaboración entre administraciones, asociaciones y entidades que sustenta una oferta educativa y lúdica de gran alcance.