El mayor problema de Android hoy: batería, bugs y fragmentación

Última actualización: octubre 13, 2025
  • Las actualizaciones recientes provocan consumo extra de batería, lags y fallos de pantalla, con parches en despliegue.
  • Android 16 arrastra un bug de navegación ya corregido internamente; se espera solución vía actualización.
  • Google impulsa iconos temáticos y ajustes legales para coherencia visual, mientras lidia con la fragmentación.
  • Hay margen de mejora con buenas prácticas: actualizar parches, servicios y revisar apps en segundo plano.

Problemas comunes de Android

El debate sobre el mayor problema de Android rara vez tiene una única respuesta, porque el ecosistema va cambiando y los fallos aparecen por oleadas tras cada gran actualización. En los últimos meses han destacado consumos de batería desmedidos, bugs de navegación, errores de pantalla y fallos de rendimiento vinculados a versiones recientes como Android 14 y Android 16, con situaciones que varían según el fabricante y la capa de personalización.

Para entender qué está ocurriendo de verdad, hemos analizado quejas y casos reales compartidos en comunidades de Google, foros y redes sociales, además de experiencias de usuarios de marcas muy populares. Lo que emerge es un retrato con luces y sombras: hay terminales que mejoran tras actualizar y otros que sufren bajadas de autonomía, tirones gráficos o incidencias de conectividad. Y aunque algunas correcciones van llegando vía parches y Servicios de Google Play, la casuística nos obliga a profundizar en cada frente.

La batería: el talón de Aquiles tras actualizar a Android 16

Una queja muy repetida entre quienes han dado el salto a Android 16 es el descenso de la autonomía, incluso con el móvil en reposo. Según multitud de reportes, los teléfonos no siempre logran entrar en un descanso real ni contener las apps en segundo plano, lo que dispara el consumo cuando no estamos utilizando el dispositivo.

Este comportamiento no siempre se debe al sistema en sí: a menudo intervienen las propias aplicaciones, que tardan en adaptarse a las nuevas APIs y políticas energéticas. La consecuencia práctica es un drenaje constante que sorprende especialmente a quienes venían de un Android 15 bien afinado, y que además puede ir acompañado de calentamientos puntuales justo tras actualizar.

Hay una pauta útil para distinguir lo normal de lo problemático: durante los primeros días tras recibir una gran versión, el sistema necesita aprender de nuevo nuestros hábitos. En ese periodo es frecuente notar un gasto superior, que debería estabilizarse. Si a la semana sigues igual o peor, conviene actualizar Servicios de Google Play a la versión más reciente —se ha señalado específicamente la 25.18 como mitigación para consumos excesivos— y consultar una guía de actualización de Android para comprobar si hay un parche del fabricante.

También hay buenas noticias en el frente de la autonomía. Usuarios de modelos Samsung han comentado mejoras con One UI 8 sobre Android 16, valorando el equilibrio entre rendimiento y consumo. La coreana conoce muy bien sus procesadores y, cuando todo encaja, se perciben optimizaciones reales en horas de pantalla y reposo. Esto recuerda que Android es poliédrico: su personalización y libertad hacen que el mismo sistema pueda lucir distinto según hardware y capa.

Fallos y soluciones en Android

Rendimiento y tirones con Android 14: lags, animaciones y carga lenta

Otro frente sensible es el rendimiento con Android 14 en determinados modelos. Hay casos de personas que, nada más instalar, notan la interfaz menos fluida, con lags puntuales, animaciones entrecortadas y bajadas de rendimiento al enchufar el cargador. Esto último es especialmente molesto, porque complica tareas simples mientras el teléfono repone energía.

Varios usuarios han descrito tartamudeos al desplazarse por apps tan populares como Facebook, Chrome o Reddit, sobre todo cuando aparecen listados con vídeos y elementos dinámicos. Incluso se ha reproducido de forma consistente en la página del tiempo dentro de la app de Google, congelándose varios segundos al desplazarse hacia abajo y volver arriba.

El reinicio suele devolver la fluidez de manera temporal, pero los tirones acaban reapareciendo con el uso. Ante esto, conviene mantener todas las apps actualizadas, revisar si hay parches mensuales del sistema e identificar si algún servicio en segundo plano está llevando la CPU al límite, especialmente durante la carga.

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Pantallas con tono verdoso, líneas y otros errores de visualización

En la familia Pixel y otros modelos, tras actualizar se han visto dos patrones recurrentes: pantallas que viran a un tono verdoso o muestran líneas de color. Algunas personas han llegado a observar una línea blanca en la esquina superior del área de notificaciones. Aunque el panel sigue siendo funcional, la alteración cromática resulta alarmante.

El fallo puede aparecer en situaciones concretas, por ejemplo al reproducir Netflix o YouTube, y su intensidad parece variar con el brillo de la pantalla. Hay casos que se alivia reiniciando, pero en otros no han encontrado remedio consistente. La causa puede ser multifactorial: desde ajustes de calibración hasta peculiaridades del firmware tras la actualización.

Más allá del tono verdoso, se han reportado problemas adicionales: pantalla negra al cambiar de app desde recientes, apagados del panel durante llamadas, parpadeos y errores varios. En algunos terminales, una restauración a valores de fábrica ha sido la vía rápida para recuperar estabilidad, aunque es una medida drástica que conviene reservar cuando no hay alternativa.

Varios de estos fallos gráficos se han ido atajando mediante parches correctivos. Por ello, es fundamental revisar a menudo si hay actualizaciones de seguridad o de proveedor disponibles, porque corrigen justo el tipo de bugs que un reinicio no soluciona.

Gestos de navegación y háptica: del retroceso que falla al zumbido constante

Android 16 ha estrenado su primer gran tropiezo con un bug que estropea la navegación: el gesto para volver atrás, o el botón correspondiente, puede fallar de forma aleatoria. La única tregua temporal es reiniciar, pero el error vuelve a asomar en cualquier momento, afectando a la usabilidad más básica.

Google ha encontrado el origen del problema y ha confirmado que la corrección llegará en una próxima actualización del sistema, previsiblemente dentro del siguiente parche de seguridad. Mientras tanto, conviene saber que los reportes apuntan a una mayor incidencia cuando se usan launchers de terceros, de modo que regresar al lanzador de serie puede mitigar su aparición.

Junto a esto, han surgido otras molestias: la función de encender con un toque sobre la pantalla —tap to wake— no siempre activa el panel, y también hay usuarios que han visto cómo la programación entre modo claro y oscuro se descoordina de manera intermitente. Son detalles menores comparados con el fallo del retroceso, pero suman frustraciones.

La retroalimentación háptica tampoco se libra. Hay personas a quienes deja de vibrar el móvil al cabo de un tiempo, recuperándose solo tras reiniciar, y otros con el efecto contrario: vibraciones constantes hasta que se apaga y vuelve a encender. De nuevo, parches posteriores y ajustes del fabricante están siendo clave para estabilizar estas respuestas.

Memoria y almacenamiento en Pixel: acceso bloqueado y avisos de espacio

Tras actualizar a Android 14, determinados Pixel —con énfasis en Pixel 6— se toparon con un contratiempo grave: pérdida de acceso a la memoria interna y a los archivos, afectando incluso al funcionamiento de algunas apps. A otros les aparecía un mensaje de que no quedaba espacio, pese a tener almacenamiento libre, con más incidencia en terminales con varios perfiles. Puedes consultar más datos sobre el Android Pixel si usas un Pixel y te interesa contexto adicional.

Este tipo de errores requiere actuar con rapidez: comprobar parches disponibles, aplicar la actualización que corrige el fallo y, en caso de persistir, contactar con soporte oficial. En situaciones límite, un borrado completo puede recuperarlo todo, pero asumiendo la pérdida de datos si no hay copia de seguridad en Android.

Conectividad: inestabilidad en Wi‑Fi, Bluetooth y datos móviles

Los problemas de conectividad son otro clásico tras grandes versiones. Con Android 14 se han visto cortes o inestabilidades en Wi‑Fi y Bluetooth, con impacto al reproducir música, sincronizar con auriculares —por ejemplo usar AirPods en Android— o acceder a Internet. En algunos casos, los datos móviles también presentan altibajos.

  • Olvidar y reconectar redes o dispositivos, y si es posible reiniciar el router, ayuda a limpiar sesiones erróneas.
  • Restablecer ajustes de red en el teléfono, y alternar modo avión unos segundos, puede rearmar las radios.
  • Desactivar el ahorro de batería o el modo nocturno si están interfiriendo con la gestión de la conectividad.
  • Actualizar apps y servicios asociados, porque muchos parches de Wi‑Fi se entregan vía componentes.
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Se han publicado actualizaciones que corrigen parte de estos fallos, especialmente en Wi‑Fi, por lo que conviene revisar con frecuencia el menú de actualizaciones del sistema y de las apps de Google Play, incluidos los servicios del sistema. Cuando nada surte efecto, el soporte del fabricante puede guiar pruebas avanzadas.

Privacidad del portapapeles y control del menú de copiar

Más allá de los bugs, hay debates de fondo que los usuarios consideran problemas importantes. Uno es el acceso al portapapeles: en Android, cualquier app puede leer su contenido, y en él pueden residir datos sensibles como contraseñas; por eso servicios como el gestor de contraseñas cobran importancia. Desde Android 12 se añadió una alerta, pero sigue faltando una interfaz nativa para revocar ese acceso a apps concretas.

Quien quiera bloquear la lectura debe recurrir a utilidades de terceros, como AppOps, algo que no todos los usuarios están dispuestos a configurar. En paralelo, el menú contextual de copiar y pegar puede ser invadido por apps que se integran sin pedir permiso explícito, y actualmente no hay forma de elegir qué aplicaciones aparecen ahí salvo desinstalarlas por completo.

La personalización de ese menú y un control granular del portapapeles figuran entre las peticiones más repetidas de la comunidad, especialmente en quienes usan su móvil para trabajar con datos sensibles o prefieren una experiencia limpia y bajo control.

Iconos temáticos obligatorios: coherencia visual y cambios legales

Google ha dado un paso decidido para acabar con la mezcla estética del escritorio. A partir de ahora, todos los desarrolladores deberán soportar iconos temáticos. Para quienes no proporcionen uno, el sistema generará un icono monocromático aplicando un filtrado cromático sobre el icono existente, integrándolo con el tema elegido por el usuario; puedes leer todo sobre los iconos de aplicaciones para profundizar en el asunto.

Para sustentar esto, la compañía ha actualizado el acuerdo de distribución de desarrolladores —DDA— otorgando a los usuarios una licencia no exclusiva y perpetua para ejecutar, modificar el color o añadir temas a los iconos, mostrarlos y usarlos. La nueva disposición entra en vigor de inmediato para nuevas cuentas de desarrolladores, y para las existentes a partir del 15 de octubre de 2025.

Este ajuste legal es clave: exhibir un icono de marca modificado podía chocar con directrices corporativas. Con el nuevo marco, se despeja la duda y se garantiza la coherencia visual dentro de Android. Es la continuidad lógica del impulso que empezó con los iconos temáticos en Android 13 y que encaja con la importancia que Google está dando al diseño en todo su ecosistema, incluidas las evoluciones constantes de Android Auto.

El gran bug de navegación en Android 16 ya tiene arreglo en camino

La primera gran piedra en el camino de Android 16 ha sido un bug que rompe la navegación del sistema: por momentos, el gesto de retroceso o su botón deja de responder. Google ya ha comunicado que lo ha corregido internamente y que la solución llegará en una próxima actualización, previsiblemente asociada al siguiente parche mensual.

Mientras tanto, reiniciar alivia el fallo de forma temporal, y limitarse al lanzador nativo puede reducir su frecuencia. Hay otra molestia detectada al mismo tiempo: con cierta frecuencia, la pantalla no se enciende con el toque, obligando a usar el botón de encendido. Además, en algunos casos ha aparecido un comportamiento errático al programar el modo claro y oscuro.

Android y la obsolescencia programada: menos carga en segundo plano

Desde Google se ha insistido en que el objetivo de las nuevas versiones es mejorar el rendimiento, no empeorarlo con el paso del tiempo. En esa línea, responsables de ingeniería han subrayado que Android 14 reduce la actividad de las apps en segundo plano, descargando al procesador, acelerando el arranque de las aplicaciones y beneficiando también a dispositivos veteranos.

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La idea es que cada nueva entrega del sistema se centre en calidad y estabilidad, de modo que el efecto práctico sea móviles más ágiles y con menos tropiezos, incluso en modelos que ya llevan años en el mercado. Aunque los fallos puntuales empañan esa meta, la dirección estratégica refuerza la intención de combatir la percepción de obsolescencia.

La fragmentación: innovación a cambio de incompatibilidades

Uno de los dilemas históricos del ecosistema Android es la relación entre Google y los fabricantes. La flexibilidad del sistema permite a marcas como Samsung construir productos únicos e innovadores, pero a la vez fomenta un mosaico de reglas y versiones que a veces se estorban entre sí.

El resultado puede ser tan sorprendente como frustrante: un nuevo reloj que no es plenamente compatible con un nuevo teléfono, o funciones que llegan a unos terminales antes que a otros. Imponer un control más estricto podría homogeneizar la experiencia, pero elevaría costes y recortaría la diversidad que tanto valoran muchos usuarios; en paralelo, iniciativas como la integración de Android y Chrome OS buscan homogeneizar aspectos clave sin sacrificar innovación.

La solución pasa por una colaboración más estrecha en los puntos críticos —actualizaciones de controladores, pruebas de compatibilidad y distribución de parches— para reducir incompatibilidades sin ahogar la innovación. Mientras llega ese equilibrio, conviene que el usuario sea consciente de que la experiencia varía según fabricante, chip y capa.

Qué hacer si te toca de lleno: pasos y buenas prácticas

Cuando un móvil se vuelve inestable tras actualizar, conviene actuar por fases. Primero, paciencia: los primeros días pueden ser anómalos. Después, entra en ajustes y busca actualizaciones: parches del sistema, firmware del fabricante y Servicios de Google Play suelen contener la medicina.

Si la batería vuela, deja pasar varios ciclos completos tras la actualización para que el sistema reasigne prioridades. Asegúrate de tener la versión más reciente de Servicios de Google Play —se ha señalado la 25.18 como correctiva— y comprueba que todas las apps estén al día, especialmente las que más usas y las que se integran profundo en el sistema.

Para la conectividad: restablece los ajustes de red, alterna modo avión, borra y vuelve a emparejar Bluetooth, y prueba a desactivar el ahorro de batería si interfiere con el Wi‑Fi. Si usas un lanzador de terceros y sufres el bug del retroceso en Android 16, vuelve al lanzador nativo hasta que llegue el parche.

Ante fallos de pantalla intermitentes, prueba con un reinicio y, si vuelven, valora un restablecimiento de fábrica como último recurso —previa copia de seguridad—. Si el problema es de memoria o te aparece el aviso de espacio inexistente pese a tenerlo, aplica el último parche y contacta con soporte si persiste, sobre todo si usas varios perfiles.

En materia de privacidad y control, considera soluciones de terceros para gestionar el acceso al portapapeles o las sugerencias del menú de copiar si eso te preocupa, al menos mientras el sistema no ofrezca una configuración nativa para ello.

Entre fallos puntuales, decisiones de diseño y la eterna fragmentación, Android vive un momento de ajustes importantes: las quejas más repetidas giran en torno a la batería, el rendimiento, la navegación gestual y la estabilidad de pantalla, pero también hay avances claros en coherencia visual y en el empeño por mejorar la eficiencia. Con las actualizaciones ya en camino para los bugs más sonados y las marcas interpretando mejor el equilibrio entre consumo y potencia, el camino apunta a una experiencia más sólida siempre que mantengas tu dispositivo al día y sigas las buenas prácticas cuando llegue una gran versión.

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