- Apple y Google preparan una herramienta nativa para mover datos entre iOS y Android sin apps externas
- La nueva función permitirá transferir contactos, fotos, contraseñas, mensajes y datos de apps de terceros de forma inalámbrica
- La Comisión Europea atribuye el avance a la Ley de Mercados Digitales y confirma que el cambio se aplicará a nivel mundial
- Las primeras pruebas llegan con Android Canary y una futura beta de iOS 26 antes de su despliegue general
Cambiar de móvil y saltar de iPhone a Android (o al revés) está a punto de dejar de ser ese quebradero cabez a que muchos usuarios en España y en el resto de Europa conocen bien. Hasta ahora, pasar fotos, mensajes, cuentas y ajustes entre ambos ecosistemas implicaba tiempo, paciencia y, muchas veces, perder información por el camino.
En los próximos meses, ese proceso será mucho más directo: Apple y Google han decidido integrar en sus propios sistemas una solución nativa para mover datos entre iOS y Android, sin depender de aplicaciones externas ni de trucos raros. Detrás de este cambio no solo está la voluntad de los dos gigantes, sino también la presión regulatoria de la Unión Europea, que lleva tiempo exigiendo una portabilidad real de los datos.
Adiós a las apps «puente» y a las migraciones incompletas
Hasta ahora, quien quería cambiar de iPhone a Android o de Android a iPhone tenía que recurrir a herramientas como Move to iOS de Apple o las apps de Google para cambiar a Android. Estas soluciones han ido mejorando con los años, pero siguen sin ser capaces de ofrecer un traspaso completamente transparente de toda la información.
El resultado es que, en muchos casos, el usuario acaba con datos incompletos, errores de compatibilidad o pasos tan engorrosos que más de uno se lo piensa dos veces antes de cambiar de sistema. Historiales de chats que no terminan de aparecer, configuraciones que se pierden y aplicaciones que hay que volver a preparar desde cero forman parte de la experiencia habitual.
Un buen ejemplo es el traslado del historial de conversaciones de WhatsApp y los archivos adjuntos, que a menudo acaba dependiendo de copias de seguridad en la nube o de procesos manuales. En algunas aplicaciones de terceros, directamente no hay forma oficial de llevarse los datos de un ecosistema al otro.
Con la nueva colaboración, Apple y Google pretenden cortar por lo sano con esta situación e integrar la migración entre plataformas en el propio sistema operativo, como una opción más durante la configuración inicial de un móvil nuevo.
Una solución nativa: más tipos de datos, menos complicaciones
La primera pista técnica de este cambio ha aparecido en Android Canary, la versión de prueba que Google utiliza con desarrolladores para testear funciones antes de llevarlas al gran público, un paso habitual en las actualizaciones en los sistemas operativos móviles. En una de sus últimas compilaciones ya se han detectado referencias claras a este nuevo sistema de portabilidad entre iOS y Android.
Según lo que han adelantado ambas compañías, el objetivo es que el usuario pueda encender un iPhone o un Android nuevo y, durante la configuración, escoger «traerlo todo» desde el otro sistema, sin tener que descargar nada adicional. El proceso se realizaría de forma guiada, con pasos simples y, sobre todo, sin necesidad de buscar soluciones de terceros.
La herramienta está diseñada para abarcar un abanico de datos mucho más amplio que el actual. No se quedará solo en contactos o fotos, sino que incluirá:
- Contactos y agenda del usuario
- Fotos y vídeos almacenados en el dispositivo
- Eventos de calendario y recordatorios
- Mensajes de texto (SMS) y, cuando sea posible, historiales de mensajería
- Redes WiFi guardadas y contraseñas asociadas
- Datos de aplicaciones de terceros, incluyendo ajustes y, potencialmente, credenciales de inicio de sesión
La Comisión Europea ha destacado, además, que la transferencia se podrá realizar de forma inalámbrica, sin necesidad de conectar ambos dispositivos por cable. Esto supone un salto importante respecto a las soluciones actuales, que muchas veces requieren cableado específico o pasos adicionales para garantizar la fiabilidad de la copia.
Más allá de la comodidad, esta integración nativa apunta a reducir al mínimo las pérdidas parciales de información y los fallos intermitentes que se registraban con los métodos tradicionales. Al estar incorporada en el propio sistema y contar con el apoyo de Apple y Google, la migración entre ecosistemas tiene muchas más garantías de ser completa.
Europa aprieta: la Ley de Mercados Digitales como detonante
Que Apple y Google, históricamente competidores directos y con ecosistemas muy cerrados, decidan colaborar de esta forma no es fruto solo de la buena voluntad. La Comisión Europea ha reivindicado el papel de la Ley de Mercados Digitales (DMA) como factor clave para que este proyecto haya salido adelante.
En una declaración remitida a medios especializados, Bruselas ha explicado que esta nueva solución de portabilidad es el resultado directo de las obligaciones impuestas por la DMA. La normativa exige que los grandes servicios designados —entre ellos, iOS y Android— garanticen una portabilidad de datos efectiva y sin trabas artificiales.
Según la propia Comisión, la herramienta permitirá que los usuarios trasladen sus datos de iPhone a Android y viceversa con facilidad al configurar un nuevo dispositivo, con soporte para muchos tipos diferentes de información y de manera inalámbrica. Lo describen como un avance significativo respecto a las opciones de transferencia disponibles a día de hoy.
Desde Bruselas subrayan que este progreso es fruto de un amplio trabajo de ingeniería llevado a cabo conjuntamente por Apple y Google, y de un diálogo intenso entre ambas empresas y la propia Comisión durante los dos últimos años. La iniciativa, de hecho, ya había sido mencionada en los informes de cumplimiento de Apple relacionados con la DMA de 2024 y 2025.
Aunque la UE presume de su papel en este cambio, el alcance de la medida no se limitará al territorio europeo. Apple y Google han confirmado que la solución de portabilidad llegará a usuarios de todo el mundo, de forma que cualquier persona que quiera cambiar de ecosistema se beneficiará de las mejoras, viva en España, en otro país de la Unión o fuera de ella.
Impacto en usuarios, operadoras y desarrolladores
Más allá de simplificar la vida al usuario final, este movimiento tiene implicaciones para otros actores del ecosistema digital en Europa. La Comisión Europea ha recalcado que los desarrolladores de aplicaciones de terceros también se verán beneficiados, ya que sus usuarios podrán cambiar de plataforma sin temor a perder información vinculada a sus apps.
Si las aplicaciones pueden confiar en un sistema de portabilidad robusto, es más probable que planteen experiencias coherentes en ambos sistemas operativos, sin necesidad de soluciones caseras para exportar e importar datos. Esto, a medio plazo, podría traducirse en menos fricción para quienes usan los mismos servicios en iOS y Android.
Otro frente relevante es el de las operadoras y la gestión de las eSIM. Hasta ahora, cambiar la eSIM de un móvil a otro —por ejemplo, de un iPhone a un Android— implicaba normalmente solicitar a la compañía un nuevo código QR, con esperas que podían alargarse horas. Esta transición se vincula también a los esfuerzos conjuntos de Apple y Google para facilitar la portabilidad, y se espera que los operadores vayan incorporándose a estas nuevas herramientas con el tiempo.
En el plano del usuario de a pie, muchas personas en España que se habían planteado cambiar de «bando» pero no querían complicarse con copias de seguridad y configuraciones repetitivas podrían ver ahora el cambio de móvil con otros ojos. El miedo a perder recuerdos, documentos o datos de trabajo era, en muchos casos, un freno claro a la hora de dar el salto.
Que dos firmas con ecosistemas tradicionalmente muy cerrados rebajen estas barreras apunta también a un cambio de mentalidad: la rigidez del «iOS vs Android» empieza a ser menos práctica en un entorno donde la interoperabilidad y la libertad de elección ganan peso entre las prioridades de los reguladores y de los consumidores.
Pruebas en Android Canary e iOS 26 y despliegue global
En el plano técnico, el calendario arranca en el lado de Google. La función de portabilidad se ha dejado ver en Android Canary, en versiones de prueba que ya pueden usar algunos desarrolladores con teléfonos Pixel. Esta fase inicial sirve para pulir errores y testar la compatibilidad con distintos tipos de datos y escenarios de uso.
Apple, por su parte, ha indicado que comenzará a probar estas mejoras en una beta para desarrolladores de iOS 26. Todavía no hay una fecha cerrada para su llegada a la versión final del sistema, pero se espera que la función acabe integrándose en una actualización de iOS 26.x una vez superada la etapa de pruebas.
En el caso de Android, el requisito pasará por contar con un smartphone con Android 16 o superior, lo que implica que la herramienta aterrizará primero en los modelos más recientes y, previsiblemente, se irá extendiendo a medida que los fabricantes desplieguen sus actualizaciones.
Por ahora, ni Apple ni Google han concretado una fecha oficial para el lanzamiento masivo de esta solución de portabilidad. La presencia en Android Canary y en las betas de iOS es un indicio claro de que el proyecto está avanzado, pero, como ocurre con cualquier función en desarrollo, los plazos pueden ajustarse en función de los resultados de las pruebas.
Conviene tener en cuenta que estas versiones Canary o beta están orientadas a desarrolladores y no son recomendables para un usuario que dependa de su móvil a diario. Lo razonable es esperar a que la herramienta llegue a las versiones estables de iOS y Android, cuando tanto Apple como Google consideren que está lista para el gran público.
Cuando esta nueva portabilidad nativa esté completamente desplegada, cambiar entre iPhone y Android dejará de ser un reto técnico para convertirse en un trámite relativamente sencillo: encender el móvil nuevo, elegir desde qué dispositivo y sistema quieres traer tus datos y dejar que el proceso se encargue del resto. Para los usuarios españoles y europeos, acostumbrados a un entorno cada vez más regulado en materia digital, es un paso más hacia un mercado donde el móvil se elige por lo que ofrece y no por el miedo a quedarse atrapado en un ecosistema.
