- Google ha lanzado una función que convierte imágenes en vídeos animados.
- Disponible para suscriptores de Gemini AI Pro y Ultra a través de la web y próximamente en móviles.
- Se generan clips de hasta ocho segundos con sonido, movimiento y marca de agua.
- La seguridad y la autenticidad del contenido están reforzadas con controles y marcas digitales.
Convertir una imagen estática en un vídeo con movimiento y audio generado por IA es ya una realidad gracias a la nueva función de Google, integrada en su ecosistema de herramientas inteligentes. La compañía ha hecho posible que cualquier usuario con una suscripción adecuada pueda transformar sus fotografías en clips de hasta ocho segundos, fusionando creatividad y tecnología en una solución sencilla de utilizar.
Esta funcionalidad, impulsada por el avanzado modelo Veo 3 de Google, está especialmente diseñada para aquellos que buscan animar recuerdos, ilustraciones o incluso proyectos profesionales. El resultado es un clip MP4 a 720p y formato horizontal 16:9, acompañado por una banda sonora generada artificialmente, que puede incluir desde voces hasta efectos ambientales, según las instrucciones que el propio usuario aporte.
Cómo crear vídeos a partir de tus fotos con Google Gemini
Para empezar, los usuarios deben acceder a la sección “Videos” dentro del apartado de herramientas de Gemini, disponible tanto desde la web en gemini.google.com como, próximamente, en aplicaciones móviles. Una vez allí, basta con subir una foto, añadir una descripción detallada de la escena y especificar si se desean voces, sonidos o efectos. La inteligencia artificial se encarga del resto, animando los elementos de la imagen y sincronizándolos con el audio solicitado.
El proceso se caracteriza por su facilidad de uso: la imagen se convierte en vídeo en apenas unos segundos, permitiendo luego descargar el archivo final o compartirlo directamente en redes sociales y chats. Para los más creativos, también existe la opción de animar dibujos, composiciones artísticas o paisajes naturales, aprovechando el potencial de la IA para dar vida a cualquier idea.
Limitaciones y alcance de la herramienta
Actualmente, la función está reservada a los suscriptores de los planes Google AI Pro y Ultra, aunque se prevé que su disponibilidad se expanda próximamente a nuevos dispositivos y usuarios. Para quienes tienen el plan Pro, existe un límite de tres vídeos diarios, ayudando a gestionar el uso responsable y evitar posibles abusos.
Según datos proporcionados por la compañía, el impacto ha sido inmediato: en apenas siete semanas se han generado más de 40 millones de vídeos entre Gemini y Flow, la plataforma de creación audiovisual de Google que ahora se extiende a 75 países.
Seguridad y marcas de autenticidad en los vídeos generados
Uno de los puntos más destacados es la apuesta por la autenticidad y la seguridad digital. Todos los clips creados llevan una marca de agua visible que los identifica como fruto de la inteligencia artificial, además de una marca digital invisible (SynthID) que permite rastrear su origen incluso si la imagen es reeditada o compartida fuera del entorno original.
Google aplica rigurosos controles internos (“red teaming”) para detectar y mitigar posibles usos indebidos, realizando pruebas continuas y adaptando sus políticas para evitar la propagación de contenido inapropiado. Además, recoge la opinión de los usuarios a través de sistemas de retroalimentación, con el objetivo de seguir mejorando la experiencia y la seguridad.
Potencial creativo y aplicaciones futuras
El avance de modelos como Veo 3 abre horizontes insospechados para creadores digitales, educadores y profesionales del marketing. La posibilidad de transformar instantáneas en vídeos con apariencia profesional está inspirando usos innovadores, desde la reinterpretación de relatos clásicos en clave contemporánea hasta vídeos sensoriales y proyectos educativos. También puedes aprender a visualizar fotos en Windows para mejorar su integración en tus proyectos multimedia.
Este tipo de herramientas también despierta inquietudes en torno a la proliferación de contenidos artificiales y la protección de los derechos de autor. Google, por su parte, está trabajando en acuerdos e implementando técnicas de etiquetado y verificación de autenticidad para salvaguardar a los creadores y garantizar una convivencia segura entre lo digital y lo real.
La función de conversión de fotos en videos ilustra cómo la inteligencia artificial avanza hacia nuevas cotas de creatividad y accesibilidad, permitiendo que cualquier persona pueda experimentar con las posibilidades del vídeo animado a partir de una simple imagen. Desde compartir recuerdos revitalizados hasta explorar nuevas formas de narrar historias visuales, la propuesta de Google marca un antes y un después en la interacción entre fotografía y vídeo digital.