Apple reordena su cúpula de IA y releva a John Giannandrea por Amar Subramanya

Última actualización: diciembre 4, 2025
  • Apple releva a John Giannandrea como máximo responsable de IA y lo mantiene como asesor hasta su jubilación en 2026.
  • Amar Subramanya asume la vicepresidencia de IA, reportando a Craig Federighi y heredando áreas clave como modelos fundacionales y seguridad.
  • Los retrasos en el nuevo Siri y Apple Intelligence y la presión de rivales como Google, Microsoft y OpenAI marcan el contexto del cambio.
  • Parte de los equipos de IA se redistribuyen bajo Sabih Khan y Eddy Cue para integrar mejor la inteligencia artificial en productos y servicios.

Cambio en la jefatura de inteligencia artificial de Apple

Apple ha movido ficha en uno de los frentes más sensibles de la industria tecnológica: la dirección de su estrategia de inteligencia artificial. La compañía ha confirmado la salida de John Giannandrea como máximo responsable de IA y aprendizaje automático, un cambio que culmina varios meses de ajustes internos y que llega con la mirada puesta en recuperar terreno frente a gigantes como Google, Microsoft y OpenAI.

El relevo se produce en un contexto en el que la evolución de Siri y el despliegue de Apple Intelligence han sufrido retrasos, generando dudas sobre la capacidad de la empresa para competir en la nueva ola de asistentes basados en grandes modelos de lenguaje. Apple intenta ahora recomponer su hoja de ruta con un nuevo liderazgo y una estructura más distribuida.

Quién es John Giannandrea y por qué su salida es clave

Giannandrea llegó a Apple en 2018 tras haber dirigido la división de inteligencia artificial y búsqueda en Google, una incorporación que en su día se consideró un golpe de efecto para reforzar la IA en productos como Siri y el iPhone. Desde entonces, asumió la coordinación de los equipos de investigación, modelos de lenguaje y funciones inteligentes integradas en el ecosistema de la compañía.

Durante sus años al frente del área, su misión era transformar a Siri en un asistente mucho más conversacional y flexible, alineado con los asistentes basados en modelos de lenguaje de nueva generación. También se le encargó poner los cimientos de Apple Intelligence, la capa de funciones automatizadas que debía impregnar los sistemas operativos y servicios de la empresa.

Aunque Apple reconoce que bajo su gestión se construyó la infraestructura inicial de modelos fundacionales, sistemas de búsqueda y plataformas de IA, el balance en el plano visible para los usuarios ha sido más discreto. En comparación con el salto que supusieron ChatGPT o Gemini, la percepción generalizada es que Siri ha evolucionado poco en la última década.

En los últimos meses, Giannandrea fue perdiendo peso en el organigrama: la división de robótica del hogar pasó a manos de John Ternus y la responsabilidad sobre el nuevo Siri se desplazó hacia Mike Rockwell, al frente del visor Vision Pro. Estos movimientos internos anticiparon un final de ciclo que ahora se ha confirmado.

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Apple ha explicado que Giannandrea dejará su puesto de manera inmediata pero seguirá como asesor interno hasta la primavera de 2026, momento en el que se prevé su jubilación. El tono oficial hacia el directivo es claramente elogioso, destacando su papel en la consolidación de la base tecnológica de IA de la firma.

Nuevo responsable de IA en Apple

La llegada de Amar Subramanya y el nuevo reparto de poder

El testigo lo toma Amar Subramanya, que se convierte en vicepresidente de inteligencia artificial. Su nombramiento no es menor: se trata de un investigador con una larga trayectoria en grandes tecnológicas, con más de una década y media en Google y una etapa reciente en Microsoft como vicepresidente corporativo de IA.

En Google fue una de las figuras relevantes en la ingeniería detrás del modelo Gemini y otros proyectos de asistentes inteligentes, mientras que en Microsoft participó en la integración de capacidades de IA generativa en productos dirigidos a millones de usuarios. Ese bagaje es, a ojos de Apple, un aval para acelerar la transición hacia una nueva etapa en IA.

Dentro de la compañía, Subramanya dependerá directamente de Craig Federighi, vicepresidente senior de ingeniería de software y figura clave a la hora de alinear Apple Intelligence con iOS, macOS y el resto de plataformas. Su ámbito de actuación incluye tres áreas consideradas críticas: Apple Foundation Models, la investigación en aprendizaje automático y los sistemas de seguridad y evaluación de IA.

El cambio de organigrama también redistribuye parte de las funciones que estaban bajo el paraguas de Giannandrea. Algunos equipos pasan al director de operaciones, Sabih Khan, mientras que otros se integran en la estructura de Eddy Cue, responsable de servicios como Apple Music, iCloud o Apple TV+. La idea es que el trabajo en inteligencia artificial quede más estrechamente vinculado a los productos y servicios concretos.

Analistas del sector interpretan que la posición de Subramanya, situada un escalón jerárquico por debajo de la que ocupaba Giannandrea, apunta a un liderazgo más operativo y técnico, con menos énfasis en la supervisión global y mayor foco en la ejecución, el entrenamiento de modelos y la calidad de las funciones que llegan al usuario final.

Apple Intelligence, un proyecto ambicioso con frenos y desajustes

La reestructuración se enmarca en un proyecto más amplio: Apple Intelligence, presentado en 2024 como el gran salto de la compañía en IA generativa. La estrategia se articulaba en torno a cinco pilares —privacidad, integración con el ecosistema, personalización, potencia y simplicidad—, con la promesa de un asistente mucho más útil y de funciones inteligentes repartidas por todo el sistema.

Sobre el papel, esta apuesta debía servir para cerrar la brecha frente a rivales que llevan años invirtiendo miles de millones de dólares en grandes modelos de lenguaje y chips especializados. Sin embargo, la realidad ha sido más complicada: el despliegue de Apple Intelligence ha sido fragmentado, con funciones que llegan a cuentagotas y en calendarios distintos según región y dispositivo.

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Uno de los puntos más sensibles es la nueva versión de Siri, más conversacional y personalizada. Apple había vinculado buena parte de su narrativa pública a esa actualización, que incluso se utilizó como argumento de venta de nuevos modelos de iPhone. No obstante, la compañía terminó reconociendo que el desarrollo “está llevando más tiempo de lo previsto” y pospuso su lanzamiento hasta 2026.

Este retraso ha alimentado la sensación de que Apple va a contrapié en la carrera de la IA generativa, especialmente si se compara con la rapidez con la que OpenAI, Google o Microsoft han desplegado asistentes capaces de mantener conversaciones complejas, generar contenido y actuar como capa inteligente sobre múltiples servicios.

En paralelo, la empresa ha tenido que lidiar con críticas por problemas de integración, expectativas no cumplidas y dudas sobre el manejo de datos, un tema especialmente delicado en Europa, donde la regulación en materia de privacidad y uso de la IA es más estricta. Apple insiste en que su enfoque sigue girando alrededor del procesamiento local en el dispositivo y de centros de datos propios, con el objetivo de ofrecer experiencias más privadas y controladas.

Presión competitiva y el papel de Europa en la nueva etapa

El relevo al frente de la IA llega en un momento en el que el mercado europeo observa con lupa cualquier movimiento de las grandes tecnológicas, tanto desde el punto de vista regulatorio como por el impacto en los consumidores. La Unión Europea ha impulsado el Reglamento de IA y otras normas que condicionan cómo pueden desplegarse estos sistemas en el territorio.

Para Apple, esto supone tener que adaptar el despliegue de Apple Intelligence y del nuevo Siri a un entorno regulatorio más exigente, a la vez que intenta no ceder más terreno ante soluciones rivales ya muy presentes en Europa, como los servicios basados en OpenAI o las integraciones de Gemini en productos de Google ampliamente utilizados.

Mientras tanto, la compañía ve cómo otras iniciativas externas añaden presión al panorama. Entre ellas, proyectos de hardware impulsado por IA en los que participan figuras como el exdiseñador de Apple Jony Ive junto al CEO de OpenAI, Sam Altman, que han mostrado sus primeros prototipos y podrían llegar al mercado en los próximos años.

Los analistas señalan que Apple sigue gozando de una base de usuarios muy fiel, especialmente en Europa y España, gracias al peso del iPhone y del ecosistema. Sin embargo, advierten de que la siguiente gran ola de dispositivos de consumo estará marcada por la IA más que por el hardware tradicional, y que la empresa no puede permitirse llegar demasiado tarde a esa cita.

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En este contexto, el nombramiento de Subramanya se interpreta como un intento de dar un empujón a la ejecución técnica y acelerar la llegada de funciones realmente diferenciales a los usuarios europeos, siempre con la necesidad de compatibilizar innovación y cumplimiento normativo.

Lo que se espera del nuevo Siri y del futuro de Apple Intelligence

Mirando hacia delante, Apple mantiene una hoja de ruta pública en la que el nuevo Siri y un paquete ampliado de funciones de Apple Intelligence deberían llegar progresivamente a sus sistemas operativos a partir del próximo año, con un despliegue que continuará durante 2026.

Diferentes informes apuntan a que, para algunas funciones avanzadas, Apple recurrirá a una versión personalizada del modelo Gemini de Google, combinada con modelos propios ejecutados tanto en los dispositivos como en la nube de la compañía. Esta mezcla de tecnologías pretende ofrecer capacidades potentes sin renunciar a los principios de privacidad que la empresa repite como seña de identidad.

El reto para Subramanya pasa por consolidar los modelos internos de Apple y coordinar posibles alianzas externas, garantizando al mismo tiempo que la experiencia final sea coherente con lo que los usuarios esperan de la marca. La empresa insiste en que las futuras funciones buscarán ser más personales, fiables y privadas, con especial cuidado en la seguridad y en la evaluación de riesgos.

Dentro de Apple, la llegada del nuevo responsable de IA se percibe como el inicio de “un nuevo capítulo” en esta área, pero también como un periodo de prueba. La capacidad para entregar un Siri realmente mejorado y unas funciones de Apple Intelligence útiles en el día a día será lo que determine si el cambio de liderazgo ha merecido la pena.

Para los usuarios de España y del resto de Europa, el gran interrogante es si estas mejoras llegarán de forma simultánea o si, como ha ocurrido en otras ocasiones, el despliegue se verá condicionado por requisitos legales y técnicos que podrían retrasar algunas funciones respecto a otros mercados.

El relevo de John Giannandrea por Amar Subramanya refleja que Apple asume que su estrategia de inteligencia artificial necesitaba un giro, tanto en personas como en estructura. La compañía parte de una base tecnológica sólida, pero bajo una presión competitiva intensa y con un calendario ajustado para demostrar que Siri y Apple Intelligence pueden ponerse a la altura de las expectativas de usuarios, reguladores y del propio mercado global de la IA.

La próxima versión de Siri estará basada en Gemini, la IA de Google
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