- Las betas de WhatsApp para iPhone empiezan a integrar el diseño Liquid Glass de iOS.
- Cambios visibles: barra inferior translúcida, menús contextuales y botones con efecto de profundidad.
- Despliegue gradual mediante TestFlight y activaciones del lado del servidor; no hay fecha cerrada.
- La adopción se apoya en las APIs y el SDK de iOS, priorizando legibilidad y accesibilidad.
WhatsApp ha comenzado a mover ficha para alinear su app de iPhone con el nuevo lenguaje visual de Apple. En las primeras versiones de prueba ya se aprecia la integración de Liquid Glass en partes clave de la interfaz, con el objetivo de encajar con la apariencia de iOS y mantener coherencia en la experiencia del usuario.
Estas señales llegan a través de builds de la beta para iOS y de los habituales hallazgos de comunidades especializadas. Según estas pruebas, la adaptación está en marcha y llegará en una actualización futura, aunque el despliegue será progresivo y sin una fecha definitiva.
Qué es Liquid Glass y por qué importa en WhatsApp
Liquid Glass es el nuevo lenguaje de diseño del ecosistema de Apple caracterizado por transparencias, reflejos y una respuesta visual dinámica. En la práctica, se traduce en capas translúcidas que reaccionan a la luz, el movimiento y la interacción, ofreciendo una sensación de profundidad sutil sin perder claridad.
Apple lo aplica de forma consistente en sus plataformas —iOS, iPadOS, macOS, watchOS y tvOS— para reforzar la continuidad visual. Este enfoque unifica controles, barras y pestañas, de modo que hardware y software se sientan más conectados y la navegación resulte más natural.
En ese contexto, tiene lógica que WhatsApp adopte el mismo patrón visual: así, la app se percibirá integrada con el sistema y sus gestos. El objetivo es que los componentes de WhatsApp se comporten como el resto de iOS, aportando coherencia y una estética actualizada.
La idea que subyace —explicada por el equipo de diseño de Apple— es que los elementos se adapten a lo que ocurre en pantalla. Por eso, las barras pueden contraerse al desplazarse y expandirse al volver, y los menús destacan lo más relevante según el contexto.
Qué cambia dentro de WhatsApp
En las compilaciones en pruebas ya se aprecian ajustes en la zona inferior de navegación. La clásica barra de pestañas de WhatsApp pasa a mostrar un acabado translúcido con efecto fluido, similar al que se ve en apps del sistema, y una respuesta visual al tocar que refuerza la profundidad.
También se están retocando menús contextuales y botones. Estos controles muestran brillos, sombras y transiciones sutiles que aportan relieve sin abrumar. La meta es una estética más actual que no penalice la legibilidad, especialmente en listas de chats y pantallas con mucho contenido.
El despliegue está siendo por fases. Algunas funciones, como las notas de video en WhatsApp, aparecen primero en la beta distribuida vía TestFlight y no siempre se activan a todos los probadores a la vez, algo habitual cuando se habilitan cambios de forma escalonada desde el servidor.
Desde el punto de vista técnico, la transición se apoya en el SDK de iOS más reciente y en las APIs de interfaz que Apple ha puesto a disposición de los desarrolladores. Esto permite a WhatsApp integrar Liquid Glass de forma nativa y con garantías, aprovechando componentes del sistema pensados para transparencia, animaciones y accesibilidad.
El equipo va priorizando zonas críticas de la app —la navegación inferior y los menús— para validar rendimiento, contraste y uso con diferentes fondos. La consigna es clara: añadir profundidad sin comprometer accesibilidad ni consumo, especialmente en dispositivos con mucha actividad de chats y contenido multimedia.
Disponibilidad y plazos
La compañía no ha comunicado una fecha cerrada para el lanzamiento general. Lo más probable, por la experiencia con otras grandes actualizaciones visuales, es que la versión estable llegue semanas después del estreno público de iOS, y no el mismo día.
Si estás en el canal de pruebas y no ves cambios, no es necesariamente un error: estas novedades suelen activarse de manera progresiva. En cualquier caso, todo apunta a que WhatsApp dejará la puerta abierta a más retoques conforme reciba feedback y vaya puliendo animaciones, contrastes y transiciones.
El resultado final debería ser una aplicación que se siente más integrada con el iPhone actual, con una navegación reconocible y efectos sutiles. Para el usuario, eso se traduce en una interfaz coherente con el resto del sistema y en mejoras de percepción sin alterar la esencia de la app.
Con las primeras pruebas ya en marcha, el salto a Liquid Glass en WhatsApp parece encarrilado: cambios visibles en la barra inferior, menús y botones, adopción de las APIs de iOS y un despliegue prudente para asegurar rendimiento y accesibilidad. Falta rematar plazos, pero la dirección está clara y la integración con el diseño de iOS gana enteros.