- El PC-21, designado E.27, es el nuevo entrenador avanzado de la AGA y sustituye al C-101.
- Combina simuladores CPT/FTD y aviónica de última generación para reducir costes y horas de vuelo.
- España opera una flota de 38 unidades y 7 simuladores, siendo el mayor operador europeo.
- Capacidades de misión: combate simulado, guerra electrónica, vuelo nocturno y entrenamiento integral.
La Academia General del Aire y del Espacio vive un curso marcado por la modernización: el Pilatus PC-21 se ha convertido en el eje del adiestramiento de los futuros pilotos. En San Javier (Murcia), la combinación de vuelos reales y simulación avanzada ha tomado el relevo del veterano C-101 para formar a los cadetes con estándares actuales.
Entre los alumnos que inician etapa destaca la Princesa de Asturias, que, como el resto de su promoción, seguirá el itinerario previsto con sesiones teóricas, horas de simuladores y vuelos con instructor en el PC-21. El objetivo institucional es que los aspirantes adquieran una cultura de vuelo sólida y una visión completa de la planificación y ejecución de operaciones aéreas.
Qué es el Pilatus PC-21 y por qué España lo eligió
El PC-21, denominado E.27 en el Ejército del Aire y del Espacio, es un entrenador turbohélice de altas prestaciones diseñado para acercar la experiencia de cabina a la de un caza moderno, reduciendo la necesidad de etapas intermedias en reactores de instrucción. Fabricado por Pilatus Aircraft (Stans, Suiza), su enfoque es proporcionar desde el inicio procedimientos y sensaciones de avión táctico.
La aeronave monta un Pratt & Whitney PT6A-68B de aproximadamente 1.600 shp que mueve una hélice de cinco palas, logrando velocidades próximas a los 685 km/h y altitudes operativas superiores a los 11.500 metros, con una autonomía en torno a 1.300 kilómetros. Este rendimiento permite perfiles de entrenamiento exigentes con costes contenidos frente a un reactor.
La cabina, en disposición tándem (alumno delante e instructor detrás), es completamente digital e integra pantallas multifunción, HUD y controles HOTAS, además de piloto automático y navegación táctica y civil. El conjunto incluye OBOGS (generación de oxígeno a bordo), sistema anti-G y asientos eyectables Martin-Baker CH16C de tipo Zero-Zero.
España optó por este sistema en 2020 con una primera adquisición que incluía aeronaves, simuladores y soporte, y las entregas iniciales llegaron a San Javier en 2021. Con su despliegue progresivo en cursos 2022-2023 y siguientes, el PC-21 ha tomado el papel de pilar de la Escuela de Vuelo Básica.
La transición desde el C-101 ha sido planificada para mantener la continuidad docente y la seguridad operacional, con el 792 Escuadrón como unidad de referencia para la implantación del modelo E.27 y su entrenamiento integrado.
Capacidades de entrenamiento y sistemas a bordo
La fortaleza del PC-21 reside en su ecosistema de adiestramiento. El avión permite configurar escenarios de combate aire-aire, navegación avanzada, guerra electrónica y operaciones nocturnas, además de reproducir fallos, amenazas y empleo de armamento simulado, con intervención del instructor en tiempo real.
Este enfoque se integra con simuladores en tierra: primero los CPT (Cockpit Procedures Trainer) y después los FTD (Flight Training Devices) de alta fidelidad. Los cadetes completan alrededor de 50 horas en simuladores antes de subirse al avión, lo que acelera el aprendizaje y mejora la seguridad en cabina.
La aviónica de última generación proporciona interoperabilidad con procedimientos y conceptos de cazas actuales: gestión de misión completa, enlace de datos, navegación IFR y conciencia situacional de alto nivel, sin el coste de operar un reactor. La ergonomía HOTAS y el HUD favorecen la transferencia de habilidades a plataformas de combate.
En términos de seguridad, la cabina presurizada, los asientos eyectables Zero-Zero y el sistema anti-G permiten entrenar maniobras de alta carga con márgenes adecuados. La arquitectura del PC-21 facilita tanto el vuelo básico como el avanzado y táctico, en un mismo entorno.
Además de la reducción de horas de vuelo real gracias a la simulación, la experiencia de otros operadores apunta a ahorros relevantes: el Ministerio de Defensa estima que el coste por piloto puede disminuir hasta en un 50%, por menor consumo y mantenimiento simplificado del turbohélice.
Despliegue en la AGA y plan docente
La flota española alcanza las 38 aeronaves y siete simuladores FTD asignados a San Javier, cifra que sitúa a España como el mayor operador europeo del PC-21. Junto a los dispositivos de instrucción, la AGA estructura un itinerario progresivo que culmina con el vuelo en solitario, la conocida “suelta”, que no todos los alumnos alcanzan.
En la práctica, el curso combina teoría, simulación y salidas con instructor para acumular un número equivalente de horas en cabina. El proceso busca que los cadetes afiancen la gestión del vuelo, el trabajo en formación cerrada, maniobras acrobáticas y vuelo instrumental, antes de especializarse en caza y ataque, transporte, helicópteros o RPAS.
El avance del programa se refleja en hitos internos: la AGA ha superado las primeras mil horas de vuelo en PC-21, con instructores como el teniente coronel Gonzalo López García de Carellán a la cabeza del proceso de implantación del Sistema de Entrenamiento Integrado.
El 792 Escuadrón opera el E.27 y centraliza la formación básica en vuelo. En paralelo, los simuladores permiten al instructor recrear situaciones de emergencia y misiones completas con visiones de 180 grados y réplicas de cabina, maximizando la transferencia al avión real.
Siguiendo el mismo plan que sus compañeros, la Princesa de Asturias inicia el año con instrucción teórica y simuladores, para después pasar a vuelos con instructor. La prioridad declarada por los mandos es que adquiera una visión de 360 grados de la preparación de operaciones aéreas, más que convertirla en piloto operativo.
Relevo del C-101, Patrulla Águila y cifras del programa
El PC-21 sustituye al histórico C-101 tras más de cuatro décadas en servicio. El paso al turbohélice implica menores costes de operación y un entorno de entrenamiento más cercano a los sistemas actuales, con rendimiento suficiente para maniobras avanzadas sin el peaje de un reactor.
La Patrulla Águila, cuyos pilotos son instructores de la AGA, avanza en su transición al PC-21. Su experiencia en vuelo acrobático y formación en equipo refuerza el componente de vuelo en formación y procedimientos exigentes que luego se traslada al aula y a los FTD.
El entrenador suizo está en servicio en fuerzas aéreas como Suiza, Francia, Australia, Arabia Saudí, Catar, EAU, Singapur o Reino Unido. En el caso español, la implantación ha venido acompañada de soporte industrial, y se han citado iniciativas de ensamblaje y mantenimiento en territorio nacional para facilitar el ciclo de vida.
En lo estructural, el PC-21 suele operar con dos tripulantes, dispone de un MTOW cercano a los 4.250 kg (en configuraciones acrobáticas alrededor de 3.100 kg) y un tren de aterrizaje apto para usos intensivos de escuela. Su planta motriz PT6A-68B, de alta fiabilidad, está también presente en otros entrenadores de referencia.
El programa ha tenido, además, proyección pública: en junio, el Rey voló en un PC-21 con un instructor de la AGA, una jornada que sirvió para visibilizar el salto generacional que aporta este sistema de instrucción frente a la flota saliente.
Con una flota madura, simuladores avanzados y un plan docente que integra teoría, cabina y escenarios complejos, el Pilatus PC-21 se asienta como columna vertebral de la AGA. El relevo del C-101, la experiencia acumulada por instructores y la atención mediática por nuevas promociones confirman que San Javier ya opera un ecosistema de entrenamiento que mejora la eficiencia, contiene costes y acerca la formación básica a los estándares de los aviones de combate actuales.