Nvidia responde a la polémica del interruptor de seguridad en sus chips de IA

Última actualización: agosto 7, 2025
  • Nvidia niega integrar puertas traseras o interruptores de seguridad en sus chips de inteligencia artificial.
  • La controversia surge tras la presión de entidades chinas y estadounidenses por la posible existencia de mecanismos ocultos.
  • Expertos advierten que incluir apagados remotos supone un riesgo grave para la ciberseguridad global.
  • China exige explicaciones y accede a levantar ciertas restricciones a la exportación de chips, pero persisten las sospechas.

Nvidia sin interruptor de seguridad en chips de IA

En las últimas semanas, el sector tecnológico internacional se ha visto sacudido por el debate sobre la existencia de mecanismos ocultos en los chips de inteligencia artificial fabricados por Nvidia. La compañía estadounidense, protagonista indiscutible en el desarrollo de hardware avanzado para inteligencia artificial, se ha visto obligada a aclarar su postura frente a las preocupaciones de gobiernos y reguladores, sobre todo tras la presión ejercida tanto desde Pekín como desde Washington.

El núcleo de la polémica reside en si Nvidia ha incorporado funciones como puertas traseras, rastreo o incluso interruptores de apagado remoto en procesadores diseñados especialmente para el mercado chino, como el modelo H20. Las dudas y sospechas han alimentado un clima de incertidumbre, en el que la seguridad de la infraestructura digital se ha convertido en un asunto estratégico de primer nivel para las grandes potencias.

Según CNBC y diversos portales especializados, la Administración del Ciberespacio de China (CAC) ha presionado a Nvidia para obtener confirmación sobre la posible integración de tecnologías de seguimiento, posicionamiento y apagado remoto en sus chips. La principal inquietud china radica en que estos mecanismos podrían permitir a terceros acceder a información sensible o controlar a distancia los dispositivos, algo que consideran una amenaza a su seguridad nacional.

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Nvidia rechaza categóricamente la acusación de puertas traseras

Chip Nvidia seguridad IA

En plena escalada de las tensiones, Nvidia ha emitido varios comunicados públicos en los que deja claro que sus GPUs y procesadores no incorporan puertas traseras ni interruptores ocultos que permitan el apagado remoto sin el conocimiento del usuario. La posición oficial de la tecnológica, defendida tanto por su CEO Jensen Huang como por su director de seguridad David Reber, insiste en que la implementación de este tipo de mecanismos supondría una vulnerabilidad inaceptable dentro de cualquier sistema crítico.

En palabras de Reber: “Instalar un interruptor de apagado en un chip equivale a crear un fallo permanente fuera del control del usuario, y sería una invitación abierta al desastre”. Además, comparó esta situación con la de un coche cuyo concesionario mantiene la opción de activar el freno a distancia, subrayando que una medida así resultaría inadmisible tanto para particulares como para gobiernos.

Nvidia recuerda que las puertas traseras y los controles remotos infringen principios esenciales de la ciberseguridad. No solo exponen los sistemas a ataques o a posibles usos indebidos, sino que pueden deteriorar la confianza en la tecnología estadounidense a nivel global. En opinión de la empresa, la legislación debe obligar a solucionar las vulnerabilidades y no a crear nuevas brechas.

Presión internacional y contexto geopolítico

GPU Nvidia y seguridad internacional

La controversia sobre las supuestas puertas traseras no ocurre en el vacío: Estados Unidos ha restringido la exportación de determinados chips de Nvidia a China, alegando razones de seguridad nacional y el temor a que se utilicen en desarrollos de inteligencia artificial militares. A raíz de este bloqueo, la Administración de Donald Trump llegó a conceder una exención temporal para permitir la exportación de algunos modelos como el H20. Sin embargo, la reacción china no se hizo esperar: la CAC solicitó documentación y pruebas sobre la ausencia de mecanismos de control remoto en estos productos.

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Al mismo tiempo, legisladores estadounidenses proponen normativas como la «Chip Security Act» que, de aprobarse, obligaría a los fabricantes a integrar funciones de rastreo y apagado en chips sujetos a controles de exportación. Esta medida, que pretende fortalecer la supervisión gubernamental, preocupa a expertos en ciberseguridad y a empresas tecnológicas, que advierten sobre los riesgos de abrir la puerta a vulnerabilidades aprovechables tanto por atacantes externos como internos.

Empresas como Apple han mostrado su oposición a establecer accesos ocultos en el hardware, resaltando que la privacidad y la seguridad del usuario no pueden ser elementos negociables. Por su parte, Nvidia insiste en que los controles deben limitarse al software gestionado por el propio usuario, y no mediante trampas de hardware que podrían afectar a millones de dispositivos.

Perspectivas de mercado y posibles riesgos

En medio de este ambiente de desconfianza, Nvidia recalca que no existen pruebas públicas concluyentes que respalden las acusaciones de control remoto o puertas traseras en sus chips. Tanto China como Estados Unidos han solicitado información y estudios técnicos, pero hasta la fecha ninguno de los dos países ha presentado evidencias verificables que justifiquen la preocupación.

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El debate ha cobrado aún más importancia por el potencial impacto económico. El H20 es uno de los productos estrella de Nvidia, con ingresos trimestrales que se cuentan en miles de millones de dólares. La compañía ha admitido que las restricciones de exportación a China han supuesto pérdidas multimillonarias y teme que la persistencia de esta polémica agrave aún más la caída en las ventas en el gigante asiático.

Mientras tanto, competidores chinos aceleran el desarrollo de sus propias alternativas, intentando reducir la dependencia del hardware estadounidense. Esto no solo afecta a Nvidia, sino que puede desencadenar una carrera por controlar el mercado global de chips de inteligencia artificial, en la que la seguridad y la confianza internacional jugarán un papel decisivo.

La controversia sobre los supuestos interruptores y puertas traseras en los chips de Nvidia ilustra cómo la tecnología, la geopolítica y la ciberseguridad están más entrelazadas que nunca. Por el momento, aunque las autoridades chinas y estadounidenses aún desconfían y se mantienen vigilantes, no existen pruebas sólidas que demuestren la existencia de mecanismos de control remoto en el hardware de la compañía. Nvidia, por su parte, mantiene sólidamente su postura: la integridad y la seguridad de sus chips no serán negociables ni alteradas por presiones políticas externas.

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