- La demanda de formación en Inteligencia Artificial supera la oferta universitaria actual
- El acceso a grados en IA exige notas de corte altas y deja fuera a muchos aspirantes
- La brecha en habilidades y el nivel de conocimiento sobre IA varía según la edad y la formación
- Herramientas y cursos online, junto a nuevas titulaciones, buscan cubrir la falta de profesionales especializados
El interés por estudiar Inteligencia Artificial (IA) se ha disparado entre los estudiantes españoles en los últimos años, hasta el punto de que acceder a un grado universitario en esta disciplina se ha convertido en todo un reto. Las notas de corte para los programas más punteros superan ampliamente el 11 en la mayoría de las universidades públicas, dejando fuera a una gran parte de quienes desean especializarse en este campo.
La popularidad de los estudios en IA responde en gran medida a la transformación del mercado laboral, que demanda profesionales con habilidades digitales y capacidad de adaptación a tecnologías disruptivas. Sin embargo, la escasez de plazas universitarias y la lentitud en la creación de nuevas titulaciones genera un embudo que dificulta el acceso incluso a los alumnos con mejor expediente.
Altas notas de corte y acceso limitado a los grados en IA
La Universidad Complutense de Madrid encabeza la lista con el grado en Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial, cuya nota de acceso ronda el 12,7 sobre 14. A esta situación se suman otras universidades como la Politécnica de Madrid, la de Málaga o la Politécnica de Cataluña, que también mantienen requisitos de acceso superiores al 12. Centros en Sevilla, Jaén, Santiago de Compostela, Alicante o La Coruña requieren notas por encima del 11.
El número total de plazas ofertadas sigue sin cubrir la demanda real, situándose en torno a las 500-800 en todo el país. De hecho, se estima que hasta la mitad de los estudiantes interesados en cursar IA no logran una plaza por la falta de oferta. La situación se hace más evidente si se considera que, según la fundación IndesIA, más de 4.000 empleos relacionados con la IA quedaron sin cubrir durante 2024, reflejando la descompensación entre universidad y mercado laboral.
Expansión de nuevas titulaciones y apuestas autonómicas
Ante la presión existente, las comunidades autónomas empiezan a responder ampliando su oferta académica. Un ejemplo es Andalucía, donde desde el próximo curso se incorporan nuevos grados, másteres y doctorados vinculados a la IA, la ciberseguridad y disciplinas STEM. Jaén, Málaga, Sevilla o la Universidad Internacional de Andalucía, entre otras, ofrecerán grados y másteres específicamente orientados a la inteligencia artificial y su aplicación en diferentes ámbitos, como la empresa o la ciberseguridad. Estas iniciativas buscan acercar la oferta educativa a las necesidades reales del empleo digital.
Certificaciones y formación online para cubrir la brecha de talento
Ante las dificultades de acceso a la universidad y la rapidez con la que evoluciona la tecnología, cada vez más estudiantes y profesionales recurren a certificaciones y cursos online en inteligencia artificial. Plataformas reconocidas y grandes tecnológicas como Google, Microsoft, AWS o IBM están impulsando programas de certificación que permiten a los interesados aprender desde cero y especializarse en IA aplicada a sectores concretos (educación, recursos humanos, finanzas, gestión de proyectos…).
Estos títulos, según informes recientes, mejoran notablemente la empleabilidad: se estima que contar con competencias demostrables en IA aumenta las oportunidades laborales y el salario hasta un 40-45% en muchas profesiones. Organizaciones como Google han lanzado iniciativas de becas en Hispanoamérica, facilitando el acceso a formación en español para miles de personas que buscan actualizarse digitalmente.
El papel de la inteligencia artificial en el aprendizaje universitario
Actualmente, el uso de herramientas de IA está muy extendido entre los estudiantes: cerca del 90% reconoce emplearlas, especialmente aplicaciones como ChatGPT. Integrar la IA de manera ética y responsable en el estudio implica fomentar habilidades como la metacognición, la autorregulación y el pensamiento crítico.
Docentes y expertos subrayan la importancia de utilizar la IA para potenciar el aprendizaje, no como atajo para evitar el esfuerzo. Actividades en el aula que requieren reflexión, como el análisis crítico de las respuestas generadas por IA y debates sobre su fiabilidad, ayudan a que los alumnos aprendan a evaluar la información y desarrollen estrategias de aprendizaje autónomo.
Percepción social, desigualdades y retos de futuro
El grado de familiaridad con la IA es muy elevado entre la población joven: un 88% declara conocerla y cerca de un 12% afirma dominarla en profundidad. Sin embargo, persisten desigualdades según edad y nivel educativo, ya que entre las personas mayores y quienes carecen de formación avanzada, el desconocimiento sigue siendo mayoritario.
Existen todavía barreras formativas y desconfianza hacia el uso de la IA, ligadas a la falta de información y habilidades técnicas. A nivel empresarial, las grandes compañías lideran la integración de la IA, mientras que la penetración en pymes es mucho menor por falta de recursos y personal cualificado. Además, la preocupación social por la privacidad, la ética y el impacto sobre el empleo y las capacidades humanas sigue al alza.
Organizaciones como el Observatorio IAON en Aragón o iniciativas universitarias buscan ofrecer datos fiables para orientar tanto las políticas educativas como las empresariales, con el objetivo de reducir la brecha de conocimiento y adaptar la formación al ritmo de los cambios tecnológicos.
Estudiar inteligencia artificial se consolida como una de las vías más prometedoras y exigentes en el panorama formativo actual. La combinación de titulaciones universitarias, formación específica online y proyectos de inclusión educativa intenta dar respuesta a una demanda que, lejos de decrecer, sigue creciendo año tras año.