- OpenAI completa la adquisición de io Products, la startup de Jony Ive, por unos 6.500 millones de dólares.
- Jony Ive y su equipo, incluyendo destacados exdiseñadores de Apple, liderarán el diseño de un dispositivo pionero de IA.
- El proyecto busca crear un dispositivo no tradicional, sin pantalla ni formato wearable, que revolucione la interacción con la tecnología y la IA.
- La apuesta de OpenAI apunta a redefinir el hardware, anticipándose a la nueva era marcada por la inteligencia artificial.
La alianza entre OpenAI y Jony Ive abre una nueva etapa en el mundo de la tecnología, uniendo la experiencia en inteligencia artificial de la compañía creadora de ChatGPT con el talento icónico del exdiseñador de Apple. Tras meses de rumores y negociaciones, OpenAI ha cerrado oficialmente la adquisición de io Products, la startup fundada por Ive y Sam Altman, en una operación valorada en aproximadamente 6.500 millones de dólares.
El objetivo no es menor: redefinir los dispositivos que usamos en nuestra vida diaria para adaptarlos al potencial de la inteligencia artificial, con la ambición de ir más allá de lo que ofrecen actualmente los teléfonos móviles u ordenadores. La integración del equipo de io Products en OpenAI sienta las bases de un proyecto con vocación de cambiar la forma en que interactuamos con la tecnología.
Un fichaje estratégico: Jony Ive y su equipo toman el mando del diseño en OpenAI
La operación no solo implica el desembarco de Jony Ive, sino que también suma a figuras clave de la era dorada de Apple: Evans Hankey, sucesora de Ive en Apple, y Tang Tan, antiguo vicepresidente de diseño de producto del iPhone y el Apple Watch. Este grupo de expertos asumirá roles principales en el desarrollo de futuros productos de OpenAI, con una independencia creativa garantizada gracias a la continuidad del estudio LoveFrom.
Desde OpenAI han subrayado que la fusión con io Products les va a permitir reunir a ingenieros y creativos de primer nivel en hardware, software y diseño, todos con una amplia trayectoria en el desarrollo de dispositivos pioneros. Esta sinergia busca aprovechar la experiencia acumulada durante décadas para dar forma al primer gran dispositivo de OpenAI.
El proceso de integración se había visto ralentizado por algunos trámites regulatorios y la resolución de una demanda por presunta infracción de marca registrada presentada por IYO Inc., una empresa respaldada por Google. Tras estos obstáculos, los empleados de io ya trabajan mano a mano con los equipos de OpenAI en el desarrollo de la nueva generación de hardware.
El misterio del primer dispositivo: ni teléfono, ni gafas, ni wearable
Pese al entusiasmo mediático, lo que OpenAI y Jony Ive están preparando se mantiene bajo un gran secreto. Los detalles filtrados hasta ahora apuntan a que el primer dispositivo resultante de esta colaboración no será un teléfono móvil, ni unas gafas inteligentes, ni siquiera un wearable tradicional. Según fuentes cercanas al proyecto, se trataría de un aparato de bolsillo, sin pantalla, orientado a analizar el contexto del usuario y a convertirse en un intermediario entre la vida cotidiana y la inteligencia artificial.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha dejado claro en diversas entrevistas que buscan crear un “tercer dispositivo central” en la vida de las personas, tan relevante como un portátil o un smartphone, pero con capacidades inéditas para comprender y anticiparse a las necesidades del usuario. El reto es mayúsculo: diseñar hardware para un mundo dominado por la IA, donde el contexto y la personalización sean clave.
Entre las funciones planteadas destacan la posibilidad de resumir y priorizar mensajes, identificar objetos, gestionar tareas o planificar viajes, todo ello aprovechando el gran salto en IA generativa. Así lo confirmaron tanto Altman como Brad Lightcap, director de operaciones de OpenAI, al explicar que su ambición es desarrollar algo distinto a los asistentes tipo Siri o Alexa, con un nivel de comprensión más profundo y proactivo.
Lo que sí está claro es que este proyecto es considerado internamente como el más ambicioso que jamás haya emprendido OpenAI. Altman asegura que la velocidad de desarrollo será una de las señas de identidad, con el objetivo de alcanzar una distribución masiva en tiempo récord.
Una apuesta que puede transformar la industria tecnológica
El movimiento de OpenAI marca un punto de inflexión en la carrera por dominar la inteligencia artificial aplicada al hardware. Mientras otras compañías como Microsoft, Google, Apple y Samsung refuerzan sus apuestas en este campo, la colaboración con Jony Ive coloca a OpenAI en el mapa como uno de los grandes aspirantes a liderar la revolución del diseño digital en la era de la IA.
En palabras de Altman, “las computadoras actuales fueron pensadas para un mundo sin inteligencia artificial”, por lo que el hardware necesita adaptarse a esta nueva realidad. La meta es ofrecer dispositivos que conozcan mejor a la persona, sean más útiles y, sobre todo, menos intrusivos socialmente que las alternativas actuales.
El hermetismo sobre las características concretas del dispositivo no ha hecho sino alimentar las expectativas. Lo que sí ha trascendido es el compromiso de Ive y su equipo de priorizar el diseño y la integración de la IA sin copiar modelos anteriores, lo que podría redefinir el papel de la tecnología en la vida humana.
La llegada de Jony Ive a OpenAI, junto al desembarco de talento procedente de Apple y la apuesta decidida por un dispositivo inédito, supone un movimiento estratégico que podría alterar el panorama tecnológico en los próximos años. Si el proyecto cumple con las expectativas, podríamos estar ante el próximo gran salto en la relación entre seres humanos e inteligencia artificial.